Bogotá, Septiembre 26 de 2013 (By by Nathan Russell).- Científicos del CIAT y el Centro Internacional de Investigación para las Ciencias Agrícolas de Japón (Jircas) han investigado la INB de manera colaborativa durante los últimos 15 años.
“Este enfoque ofrece enormes posibilidades para reducir las emisiones de óxido nitroso y la lixiviación de nitratos contaminantes en suministros de agua, al tiempo que aumenta los rendimientos de los cultivos mediante un uso más eficiente del fertilizante de nitrógeno”, asegura G.V. Subbarao, científico principal de Jircas.
Como resultado de adelantos recientes, los científicos han desarrollado los medios para aprovechar el fenómeno de la INB a gran escala:
* Los científicos del CIAT han encontrado maneras de aumentar la INB mediante el fitomejoramiento en diferentes especies de gramíneas Brachiaria. Las nuevas técnicas incluyen métodos para cuantificar rápidamente la INB en Brachiaria junto con marcadores moleculares, los cuales reducen el tiempo que se necesita para realizar pruebas en campo.
* Los científicos del Centro además hace poco reunieron evidencia de que un cultivo de maíz sembrado después de pasturas de Brachiaria humidicola dio rendimientos aceptables con tan solo la mitad de la cantidad de fertilizante de nitrógeno normalmente utilizado, debido a que se retuvo más nitrógeno en el suelo, reduciendo así las emisiones de óxido nitroso y la lixiviación de nitratos.
* Asimismo, los científicos han desarrollado híbridos de Brachiaria humidicola y los han puesto, con apoyo del Gobierno alemán, a disposición de los agricultores de Colombia y Nicaragua para realizar pruebas de productividad y calidad. Con base en la evaluación de los nuevos híbridos y con la ayuda de modelos de simulación, los investigadores están estudiando en qué otros sitios se pueden introducir los híbridos y a qué escala.
“La producción pecuaria brinda medios de vida para mil millones de personas, pero al mismo tiempo contribuye con la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas a la agricultura”, explicó Peters. “La INB es una rara tecnología de triple ventaja que es buena para los medios de vida rurales, así como para el medio ambiente y el clima mundial. Desafía la noción generalizada de que la ganadería necesariamente debe ir en la columna de resta de cualquier cálculo ambiental o de seguridad alimentaria”.
“El problema es que los sistemas agropecuarios de la actualidad son muy “permeables”“, dijo Subbarao. “Aproximadamente el 70% de las 150 millones de toneladas de fertilizante de nitrógeno aplicado a nivel mundial se pierde por la lixiviación de nitratos y las emisiones de óxido nitroso; el fertilizante perdido tiene un valor estimado anual de US$90 mil millones”.
“La INB tiene enormes posibilidades para reducir la fuga de nitrógeno”, señaló Rao Idupulapati, científico del CIAT. “Los pastizales de praderas ocupan la mayor proporción de tierra agrícola “al cubrir 3200 millones de hectáreas de un total mundial de 4900 millones. Tan solo en Brasil, 11 millones de hectáreas de praderas se han convertido a la producción de maíz y soya, y otros 35”40 millones podrían cambiar a la producción de cultivos en el futuro cercano. En lugar de más monocultivos, los países en vías de desarrollo necesitan integrar gramíneas Brachiaria a los sistemas mixtos agropecuarios a una escala masiva para lograr que sean más sostenibles”.
Originalmente de África subsahariana, las gramíneas Brachiaria fueron traídas a América del Sur desde hace siglos “posiblemente como lecho en los barcos de esclavos. Las variedades mejoradas de la gramínea se cultivan extensamente en pastizales de Brasil, Colombia y otros países, y recientemente han sido llevadas de vuelta a África para ayudar a aliviar graves escaseces de alimento pecuario.
En un avance importante, los científicos de Jircas descubrieron hace varios años la sustancia química responsable de la INB y desarrollaron un método confiable para detectar el inhibidor de la nitrificación proveniente de las raíces vegetales. Los científicos del CIAT posteriormente validaron el concepto de INB en el campo, demostrando que la gramínea Brachiaria suprime la nitrificación y las emisiones de óxido nitroso, en comparación con la soya, que carece de esta habilidad.
“Nuestro trabajo en INB empezó con una observación en campo hecha por uno de nuestros científicos en la década de los ochenta “en ese entonces no era más que un sueño”, dijo Peters. “Pero ahora es un sueño con un plan de acción y sólidos logros científicos que lo respaldan”.