BOGOTÁ JUNIO 20 de 2015.- Colombia presentó la primera versión de la lista roja de los ecosistemas terrestres más amenazados en el país de los 81 reconocidos para desarrollar este análisis.
Según el informe divulgado, el 22% se encuentra en estado crítico (CR), el 21% en estado de peligro (EN) y un 42% están catalogados con niveles de afectación mínima (LC). De acuerdo con las cifras, los ecosistemas más amenazados corresponden a los ecosistemas secos y humedales de la Región Andina y los bosques secos de la Región Caribe.
El proceso, que contó con el apoyo del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Invemar, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, fue ejecutado por la Pontificia Universidad Javeriana y Conservación Internacional. Se basó en el uso de los criterios y categorías desarrollados por la Unión para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), los cuales buscan evaluar el grado de transformación de los ecosistemas.
Esta evaluación mantiene las mismas categorías usadas en las listas rojas de especies, que corresponde a: CR, riesgo crítico, EN, en peligro, VU, vulnerable, pero para este caso, la categoría de Extinta, fue reemplazada por la categoría en “Colapso” para los ecosistemas.
Como resultado de este ejercicio exploratorio, se generó un avance en el mapa de ecosistemas amenazados, el cual es un insumo para la agenda de investigación en biodiversidad del país.
Con esta visión a nivel de ecosistemas, se pueden integrar los objetivos de investigación de diferentes disciplinas del conocimiento sobre biodiversidad. Adicionalmente, los resultados de esta primera versión de ecosistemas amenazados, suministra información de las áreas que están sometidas a un proceso mayor de transformación, lo cual debe ser el foco de atención no solo para investigadores, sino para los tomadores de decisiones que deberán considerar estas áreas como prioritarias para la conservación.
Este ejercicio, brinda insumos para la delimitación de áreas de conservación y ordenamiento del territorio.
Según se informó, en la segunda fase se deberán incluir los ecosistemas marinos que en esta primera versión no se tuvieron en cuenta.