En el Global Big Day, habitantes del barrio Altos de Selena, en el municipio de Bosconia (Cesar) le entregaron a las autoridades ambientales aves silvestres que tenían en cautiverio.
VALLEDUPAR.- Guacamayas, loros y pericos, entre otras aves, fueron entregadas de manera voluntaria en una jornada especial presidida por el director de Corpocesar, John Valle Cuello, quien en compañía de miembros del Batallón de Ingenieros No. 10 acudió al llamado de habitantes del barrio Altos de Selena, en Bosconia, para recibir estas especies silvestres.
Durante el acto de entrega, el directivo de Corpocesar aprovechó para sensibilizar a la comunidad del sector, sobre la importancia de mantener a las aves libres en su hábitat natural teniendo en cuenta que cumplen un importante papel en el equilibrio del ecosistema.
“Estamos invitando a toda la comunidad para que aprecien más las aves, pero las aves libres y silvestres, no en cautiverio, por eso queremos motivar a quienes tengan aves en sus casas para que las liberen, que abran las puertas de esas jaulas, para que las valoremos, que vuelen y puedan vivir en su hábitat, se puedan reproducir y alimentarse de frutos. Agradecemos también al Ejército que nos acompañó en esta actividad,”, manifestó Valle Cuello.
En el día de celebración del Global Big Day, iniciativa que fue concebida mundialmente para crear conciencia sobre la importancia de la conservación de las aves y el riesgo que las acecha, el Director de Corpocesar visitó el Centro de Atención y Valoración de Fauna y Flora Silvestre (CAVFFS), donde liberó varias especies de aves y otros animales silvestres tales como un cernícalo (Falco Tinnuculus), un dominicano (Sporophila Nigricollis), cuatro ardillas (Sciurus granatensis), siete pericos bronceados (Brotogeris jugularis) y tres cotorras carisucias (Eupsittula pertinax), lo mismo que un puerco espín (Hystricidae), animales que ya cumplieron con su proceso de recuperación y rehabilitación por parte de los profesionales del CAVFFS.
Águila recuperada vuelve a volar
Entre tanto, desde el departamento del Huila, la Corporación Autónoma del Alto Magdalena (CAM) informó que después de varios años de rehabilitación, un Águila Páramo o Águila Mora (Geranoaetus melanoleucus), que había sido atacada con perdigones en el municipio de Suaza, volvió a alzar vuelto en libertad.
La entidad recordó que esta ave, que había sido gravemente herida en su ala izquierda con perdigones fue llevada al Centro de Atención y Valoración-CAV de Fauna .
Producto de este ataque, el águila fue intervenida quirúrgicamente por la autoridad ambiental del Huila y la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la universidad Corhuila.
“En el momento de la valoración, que incluyó la toma de radiografías, los profesionales diagnosticaron que el ave presentaba cuatro impactos por perdigones en diferentes áreas de su cuerpo, y registraba una fractura cerrada de radio y cubito en su ala izquierda”, explicó Osiris Peralta Ardila, profesional de la CAM.
Rehabilitación
“Superada la operación, el equipo técnico de la CAM inició su proceso de recuperación y rehabilitación en el CAV en Teruel, para poder ejercitar sus alas, practicar vuelos cortos y posteriormente vuelos largos contribuyendo a mejorar su destreza para atrapar presas”, expresó Luisa Fernanda Jaramillo, bióloga de la CAM.
Tras cerca de un año de rehabilitación y aunque las esperanzas de volver a volar eran mínimas para esta ave, los médicos veterinarios y biólogos lograron que esta Águila Mora volviera a su hábitat natural.
Esta emblemática especie fue liberada en un área protegida del norte del departamento del Huila, teniendo en cuenta su distribución geográfica. El proceso de liberación se adelantó durante esta época de aislamiento obligatorio que vive el país por la propagación del COVID-19.
El águila de paramo (Geranoaetus melanoleucus) es un ave rapaz que habita entre los 1600 y 3500 msnm; principalmente por encima de 2.500 metros sobre el nivel del mar. La especie se distribuye únicamente en Sur América desde el noroccidente de Venezuela pasando por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay hasta Tierra de Fuego en Argentina. En Colombia desde el sur de la cordillera Oriental hasta el sur de Cundinamarca, en la cordillera Central desde el área de Puracé, Huila y hasta Nariño.
En Colombia habita desde zonas cálidas hasta el páramo, frecuenta áreas abiertas, semi abiertas, sabanas, pastizales, áreas xerofíticas, bosques espinosos, matorrales secos, cañones rocosos, barrancos, pastizales abiertos y campos con matorrales en laderas altas y cerca al páramo.
Es una especie que vive sola o en pareja y aunque no se encuentra en categoría de amenaza, enfrenta riesgos por la destrucción y fragmentación de hábitat, así como la cacería en algunas zonas del país.