Bogota, mayo 25.- La Industria Procesadora de Sebos y Pieles (Inprosepinal), curtiembre ubicada en el barrio San Benito, fue cerrada indefinidamente por la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), por la contaminación que generaba con sus procesos productivos.
La Resolución 2525 de 2010, mediante la cual se sanciona a Inprosepinal, la declara además responsable por verter a la red de alcantarillado las aguas negras del proceso productivo sin contar con el respectivo registro ni permiso de vertimientos.
La curtiembre también sobrepasó los estándares permitidos de temperatura, Demanda Biológica de Oxígeno (DBO5), Demanda Química de Oxígeno (DQO), grasas y aceites, sólidos suspendidos totales y sólidos sedimentables.
Esta empresa de la localidad de Tunjuelito tiene historial de contaminación desde el 2004, cuando el entonces DAMA, hoy Secretaría de Ambiente, le impuso una medida preventiva de suspensión de actividades por no contar con un estudio de emisiones atmosféricas; también se le ordenó la suspensión de emisiones de vapores con olores ofensivos por la producción de harina de carne.
Este mismo año inició el primer proceso sancionatorio, y el DAMA le formuló cargos por no contar con un sistema de captación, extracción y control de emisiones; por no tener permiso de vertimientos; y por infringir los parámetros de calidad hídrica.
Dos años después, ante el desacato de la curtiembre, la autoridad ambiental impuso otra medida preventiva; esta vez ordenó la suspensión de actividades de vertimientos por violar las normas ambientales, la cual nunca cumplieron.
A finales de 2006, fue declarada responsable por vertimientos contaminantes y emisiones atmosféricas. La empresa fue multada con $5.304.000.
“Con esta curtiembre agotamos todas las herramientas para hacerlos entrar en cintura. Les dimos la oportunidad de que cumplieran con la normatividad ambiental, incluso fueron multados. Por esa razón decidimos declararlos responsables, y cerrarles definitivamente todas las actividades que puedan generar vertimientos, es decir, casi todo su proceso productivo”, manifestó Juan Antonio Nieto Escalante, Secretario Distrital de Ambiente.
En 2008, la Secretaría de Ambiente impuso otra medida preventiva de suspensión de actividades (Resolución 889), abrió investigación y formuló cargos por vertimientos y por sobrepasar los estándares de calidad del agua.
“Defensa por crimen ambiental”
Ante tantas acusaciones por contaminar el río Tunjuelo y el aire de la capital, José Antonio Gutiérrez, representante legal de Inprosepinal, presentó descargos ante la SDA.
Gutiérrez aseguró que la procesadora ya había adelantado obras para mitigar los malos olores, que sus estudios de emisión estaban al día, que contaban con un proceso de “curtiembre vegetal” para reducir la carga contaminante de la descargas, y que estaban haciendo trámites para el permiso de vertimientos.
La entidad ambiental se dio a la tarea de ver si lo que aseguraba la empresa era cierto. Corroboró que las fuentes de vertimiento son del proceso de lavado de la planta, equipos y producción de sebo, así como los de remojo, pelambre y curtido de pieles; los vertimientos evidenciados eran rojos, color característico del curtido de pieles.
Según las pruebas de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), los niveles de contaminación estaban disparados.
“Todas las medidas preventivas de suspensión de actividades impuestas en años anteriores se mantendrán vigentes. Además, ya enviamos una copia del caso a la Unidad de Delitos Ambientales de la Fiscalía General de la Nación, para que tome las medidas necesarias”, puntualizó Nieto Escalante, según comunicado de prensa emitido por la SDA.