Cartagena, 26 de mayo de 2010.- A pesar de las restricciones descritas en el Decreto 622 de 1977, el Acuerdo 066 de 1985 y las capacitaciones que han recibido, muchos pescadores del Archipiélago del Rosario y de San Bernardo se niegan a cumplir la norma ambiental y siguen pescando en el área protegida del Parque Nacional Natural.
Esto ha llevado a que muchas de las especies no alcancen su etapa reproductiva o en el peor de los casos estén amenazadas como es el caso del pez loro semáforo del cual se ven muy pocos ejemplares.
Mario Cabezas, teniente de Navío y administrador del Parque Corales, asegura que los pescadores conocen la reglamentación y han hecho parte de los programas de educación ambiental que desarrolla el Parque desde hace varios años, con las comunidades que viven cerca del Archipiélago del Rosario y de San Bernardo, sin embargo insisten en violar la norma.
“No es nuevo que estos pescadores ingresen al área protegida y practiquen de forma ilegal la pesca, muchas veces ni siquiera para la subsistencia sino para negocio. Lo más grave es que estás prácticas están llevando al deterioro del ecosistema marino”, explicó Mario Cabezas.
Entre los recorridos de Control y Vigilancia que llevan a cabo funcionarios del Parque, se han decomisado en los últimos años, unas 22 nasas (arte de pesca), 8 redes de trasmallo, entre otras. Uno de los últimos decomisos que hizo el Parque fue a principios de este mes, en el Archipiélago de San Bernardo, donde pescadores dejaron en fondo marino 5 nasas.
Luis Aurelio Martínez Whisgman, coordinador del área de Investigación y Monitoreo del Parque Corales, dice que con estas artes de pesca se atenta contra los ecosistemas marinos.
“Las nasas por ejemplo capturan todo tipo de especies marinas de gran importancia ecológica, muchas de las cuales no le sirven a los pescadores porque son muy pequeñas o no son de consumo. Lo peor sucede cuando las nasas se pierden en el fondo del mar, a unos 30 o 40 metros o más, y continúan capturando peces por mucho tiempo pues el material con el que están hechas es de alta durabilidad. Los peces se quedan encerrados y mueren de inanición y esto se repite una y otra vez durante mucho tiempo, porque ningún pescador baja a buscarlas o porque simplemente no saben donde se perdieron”. Manifestó Martínez.
Los boliches o redes de arrastre son otros de los implementos ilegales utilizados, más que todo, en el Archipiélago de San Bernardo, por pescadores de la población de Berrugas (Sucre).
“Es una red muy grande que arrastra todo lo que encuentra a su paso, llevándose peces, corales, pastos marinos, crustáceos y moluscos, esto contribuye a un acelerado deterioro de la reserva. Los palangres (varios anzuelos) se utilizan más que todo en la pesca comercial y también causa un gran impacto en la vida marina pues muchas especies quedan capturadas”. Reiteró el coordinador de investigación y monitoreo.
Patricia Caparroso, abogada del Parque Corales del Rosario, explica que dentro de la normatividad el área protegida, sólo se permite la pesca de subsistencia y la científica debidamente autorizada. La pesca comercial (industrial y artesanal) está prohibida. También se prohíbe comercializar el producto de la pesca de subsistencia.
“Existen artes y métodos para la pesca comercial prohibidos de acuerdo al Decreto 622 de 1977 y Acuerdo 066 de 1985, entre ellos los trasmallos, boliches, palangres, dinamita, nasas y cualquier sustancia venenosa, debido al efecto negativo que tiene para los ecosistemas marinos protegidos”. Caparroso informó además que desde 2009 a la fecha se han abierto tres procesos administrativos sancionatorios por la utilización nasas.
Lo único autorizado en el Parque Corales es la pesca con cordel o línea de mano, pero con fines de subsistencia, es decir aquella que se realiza con el fin de proporcionar alimento al que la realiza y a su familia (Artículo 12 del Decreto 2811 de 1974 del Código de los recursos naturales.
Las sanciones pueden ir desde el decomiso definitivo de las herramientas, hasta multas diarias de 5000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
