Bogotá, junio 4 de 2012.- En su rutina diaria, cada ciudadano aporta a la atmósfera emisiones de gases efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), contaminante que contribuye al fenómeno del calentamiento global y que tiene en jaque la sostenibilidad del planeta.
Hábitos como el consumo excesivo de energía, derroche de agua, tala de árboles, uso indiscriminado del papel y del vehículo particular y hasta una dieta basada en solo carne son responsables de este tipo de emisiones, comportamiento que los expertos llaman la “huella del carbono”.
Con el fin de que los habitantes de la capital del país adopten en su diario vivir comportamientos más amigables con el ambiente, este año el Distrito tendrá como campaña bandera “CarboNO: reduce tu huella y salva el planeta”, la cual se conocerá mañana 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, en el humedal Santa María del Lago desde las 12 del medio día.
El Alcalde Mayor Gustavo Petro y la Secretaria Distrital de Ambiente Margarita Flórez, serán los encargados de dar a conocer esta campaña, que pretende disminuir la huella de carbono de cada uno de los habitantes de Bogotá a través de medidas prácticas y sencillas en los hogares, sitios de trabajo y en su diario vivir.
Según cálculos del inventario de gases de efecto invernadero de Bogotá de la Secretaría de Ambiente, las actividades producidas por un ciudadano como transporte, agricultura, energía y generación de residuos producen 2.27 toneladas de dióxido de carbono al año.
En cuanto a los vehículos, los más de 1.500.000 que circulan a diario emiten 12.625 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
“Además de presentar esta campaña de sensibilización, el Alcalde Mayor aprovechará para informarle a los ciudadanos el componente ambiental del Plan de Desarrollo Bogotá Humana, que incluye tres programas ambientales, 11 proyectos prioritarios, 31 metas y cuenta con una inversión de $632.600 millones”, dijo Margarita Flórez, Secretaria de Ambiente.
Apagar las luces y menos uso del carro particular
Para disminuir la huella del uso energético y de paso algunos pesos en el recibo mensual, la SDA recomienda sustituir los bombillos incandescentes por los ahorradores, apagar las luces que no sean necesarias, comprar electrodomésticos de alta eficiencia electrónica y desconectarlos cuando no lo estén utilizando.
Según cifras, el uso de un bombillo ahorrador evita que al año 135 kilogramos de dióxido de carbono lleguen a la atmósfera.
Otra de las fuentes principales que contribuyen al calentamiento global es el transporte. Para este caso, la campaña de la SDA recomienda principalmente no utilizar tanto el vehículo particular, y reemplazarlo por la bicicleta o el transporte público.
Pero si es de aquellas personas que se ve obligada a utilizar el automóvil privado, éste debe estar en buen estado y sincronizado. Además, su dueño debe conducirlo de forma eficiente y tratar de compartirlo con sus vecinos. Sólo con tener los neumáticos en perfectas condiciones se ahorra un 4 por ciento del combustible, y a la vez disminuye la emisión de gases contaminantes.
Dieta baja en carbono y no a las bolsas plásticas
Algunos alimentos, como la carne, generan más emisiones de gases efecto invernadero que otros. Para reducir estas emisiones, la campaña aconseja consumir productos locales frescos y de temporada, que evitan el transporte desde puntos lejanos, y así disminuye el uso de energía y la liberación de gases.
Igualmente es preferible bajarle al consumo de productos envasados y procesados, y decirle no al agua mineral embotellada, ya que es una de las peores compras por la gran cantidad de recursos utilizados.
Si se consume una menor cantidad carne se disminuye la huella de carbono. Una persona que tiene una dieta exclusivamente carnívora genera al año 1,5 toneladas de gases de efecto invernadero.
En Bogotá, de las 6 mil toneladas de basura que llegan a diario al Relleno Sanitario Doña Juana, 840 toneladas (el 14 por ciento) son materiales plásticos, en su mayoría bolsas. Por eso se recomienda llevar su propia bolsa al supermercado o comprar alguno de los “talegos” en materiales como tela o fique.
La industria de fabricación de plástico gasta demasiada energía y emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Siembre un árbol y pague recibos por internet
Los árboles son los mayores captadores de dióxido de carbono. Por tal razón esta campaña recomienda que los ciudadanos se sumen a las jornadas de arborización del Distrito. Sembrar un individuo evita la generación de 135 kilogramos de este gas.
El uso excesivo de papel también genera huella de carbono. Por esta razón la SDA sugiere pagar los servicios y facturas vía internet, disminuir el uso de la impresora (si es totalmente necesario hacerlo en papel reciclado); entre menos papel se use, menor será la utilización de árboles para su producción.
Ropa y muebles, generadores de carbono
El algodón es uno de los cultivos más dependientes de pesticidas a nivel global, lo que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) produce que al año entre uno y cinco millones de trabajadores agrarios se intoxiquen por estos químicos.
“Carbono cero” sugiere elegir prendas en algodón orgánico, fibras de cáñamo o bambú, y preferir aquellas marcas locales, ya que el traslado es responsable de la huella de carbono. También se recomienda extender la vida de las prendas antes de adquirir una nueva, donar las que ya no se usan y darle otro uso a las que ya no tienen arreglo.
Los muebles también dejan su huella. Por esta razón, en el momento de comprar se debe tener en cuenta aspectos como el abastecimiento y los materiales con los que fueron elaborados.
La madera no debe provenir de talas ilegales, bosques protegidos, agricultura agresiva o especies que tardan mucho tiempo en crecer. Es mejor certificar que dicha madera provenga de bosques con manejo sustentable.
Los términos reutilizar y reciclar también son recomendables. Antes de adquirir algo nuevo, es mejor encontrar un mueble usado en buen estado.
Así mejorará Bogotá su ambiente
Para mejorar la calidad de los ríos Fucha, Salitre, Tunjuelo y Torca, la meta será mejorar la calidad hídrica de 20 kilómetros de estos afluentes, a través de medidas sancionatorias y de la separación de las redes de alcantarillado de aguas lluvias y sanitarias.
Se recuperarán 57 kilómetros de rondas y Zonas de Manejo y Preservación Ambiental (ZMPA) de las microcuencas del Fucha, Tunjuelo, Salitre y Torca. A la fecha, 350 kilómetros de ríos, quebradas y canales en Bogotá no cuentan con manejo.
A través de procesos de recuperación ambiental y paisajística se intervendrán 8 hectáreas de las ZMPA del río Tunjuelo en zona urbana.
Se recuperarán 40 hectáreas de humedales, 520 hectáreas de suelo de protección, y el seguimiento, control y vigilancia a través de acciones administrativas al 100 por ciento de los predios mineros y de las áreas de recuperación ambiental en el perímetro urbano.
En cuanto a arbolado urbano se plantarán 49.000 nuevos árboles, se realizará mantenimiento a 328.801 individuos, se le hará manejo silvicultural a 7.335 y manejo fitosanitario a 10.000. Adicionalmente se producirán 100.000 individuos con fines de arborización y jardinería.
Se vincularán 2.400.000 ciudadanos y 400 organizaciones sociales y ambientales en las estrategias de investigación ambiental de los territorios del agua.
Para mejorar la salud ambiental se reducirá en un 10% la contaminación por material particulado (PM10), concentración que actualmente es de 51,6 microgramos por metro cúbico. Igualmente se reducirá en un 5 por ciento la contaminación sonora en tres áreas estratégicas.
En cuanto a contaminación visual se desmontarán 265 vallas tubulares ilegales y 180 mil elementos menores como avisos, pendones y pasacalles. Se legalizará el 50 por ciento de los elementos de publicidad exterior visual que aún no tienen registro.
Para el manejo de fauna silvestre, la SDA disminuirá en un 60 por ciento el impacto de este tráfico ilegal. Entre 2008 y 2010 fueron incautados 10.764 especímenes de fauna silvestre.
Recuperación ecológica, conservación y usos sostenibles en 800 hectáreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y zonas de amortiguación de los Cerros Orientales y los páramos de Sumapaz, Guerrero, Chingaza y Guacheneque.