Bogotá, Julio 14 de 2014 (Unimedios).- El profesor del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la U.N. y coordinador del “Comité permanente de Parques Nacionales Naturales”, aseguró que si bien es cierto que con la declaratoria internacional como sitio Ramsar de la Estrella Fluvial de Inírida, se detiene todo tipo de exploración minera, hay que ir más allá y buscar un consenso nacional que la convierta en un área protegida.
"La Estrella Fluvial del Inírida es importante porque en ella habitan comunidades indígenas que deben ser protegidas y especies que, en su mayoría, son únicas en Colombia, incluso en el mundo”. Así lo afirmó el experto, a la Agencia de Noticias de la U.N., cuando se le preguntó por el acto oficial encabezado por el presidente Juan Manuel Santos, en el que se firmó el decreto que define a la región como zona Ramsar.
Según Andrade, cuando se crea una reserva natural, la entidad Parques Nacionales Naturales de Colombia selecciona funcionarios para que hagan el monitoreo. En el caso de la Estrella Fluvial hay un acto administrativo elaborado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
El profesor del ICN recordó que aunque hace diez años se tenía preparado el sustento biológico para que esta declaratoria se produjera, la decisión se tardó porque se convirtió en un debate político que buscaba acuerdos entre los ministerios de de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el de Minas y Energía.
La Convención de Ramsar (pueblo de Irán donde se logró dicho convenio) se firmó hace 43 años e integró a 123 naciones con miras a preservar los humedales, no solo por su importancia en la conservación global, sino por el uso sostenible de su biodiversidad.
El profesor Jesús Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias Naturales de la U.N. (ICN), resaltó la relevancia biológica de este sitio delimitado entre los ríos Guaviare, Inírida y Orinoco.
“Este es uno de los zócalos donde se presentan los afloramientos de formación geológica más antigua del mundo. En ellos se han venido depositando una serie de sedimentos terciarios y cuaternarios. Allí confluyen tres grandes regiones: la amazónica, la guayanesa y la orinoquense”.
Asimismo, advirtió que falta realizar una investigación detallada de la zona para conocer en profundidad cómo están funcionando los ecosistemas y cómo lanzar estrategias de monitoreo y conservación de las especies.