El gobierno colombiano adhirió a las medidas de conservación para el atún tropical, propuestas por la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) y que implican atender ciertos períodos de veda para evitar la sobrepesca que estaba amenazando con la extinción de esta especie.
Así lo dio a conocer Conservación Internacional, fundación que junto con WWF Colombia, MarViva y Malpelo, celebraron la decisión. En la octogésima reunión de la CIAT, 15 de los 16 países miembros acordaron una serie de medidas de conservación basadas en los estudios científicos de esta organización, para actuar frente al deterioro progresivo de
los bancos de atún.
Los periodos de veda han sido acordados para la pesca de atunes en el Pacífico Oriental durante 59 días en 2009, 62 en 2010 y 73 en 2011. Estas medidas buscan reducir el esfuerzo de pesca, especialmente para el atún patudo (Thunnus obesus) cuyas poblaciones están actualmente bajo los niveles de máximo rendimiento sostenible, y el atún aleta amarilla (Thunnus albacares) cuyo stock reproductivo está a punto de declinar si continúan los niveles actuales de extracción.
Colombia había propuesto una veda escalonada, lo que significa vedas por cada embarcación, cada una con turnos y fechas diferentes. El inconveniente de esta propuesta es que no conduce a una reducción máxima en el esfuerzo de pesca, como la medida necesaria acordada por CIAT, para generar el resultado deseado en términos de reducción de mortalidad y recuperación de las poblaciones de peces. Un enfoque de manejo regional y
colaborativo es esencial para especies como el atún, que son altamente migratorias y no son exclusivas de las aguas jurisdiccionales de algún país. Al adherir a estas medidas, Colombia demuestra su compromiso para contribuir en el manejo de recursos compartidos regionalmente.
Además, es un asunto económico si se tiene en cuenta que la pesquería del atún representó casi el 70% de las capturas de peces en el país durante el año 2007, con una mayor proporción del atún aleta amarilla y en menor el atún barrilete (Katsuwonus pelamis) dos de las especies beneficiadas con estas medidas. Adicionalmente, en 2007, Colombia exportó más de US $ 61 millones en atún ?equivalente al 37% del total de exportaciones de pesca?, a los Estados Unidos, Ecuador, Panamá y Japón, entre otros países.
De acuerdo con las cuatro organizaciones ambientales ya mencionadas, la decisión de Colombia representa un gran paso adelante, pero sólo será efectivo si se suman otras acciones en la Comisión de Pesquerías del Pacífico Occidental y Central (WCPFC, por su sigla en inglés), que adopten el mismo enfoque. Además, invitan a todos los países miembro a que avancen en la implementación de medidas de conservación tales como la regulación de los plantados o dispositivos agregadores de peces (FAD por su sigla en inglés) y la reducción de la capacidad de acarreo del total de las embarcaciones para asegurar la sostenibilidad en el largo plazo de los recursos en el Pacífico.
