La cocción de cerámica con hornos de carbón, que ubicó a Ráquira en 2007 como el cuarto municipio del país donde es más riesgoso respirar, dejará de ser unj problema para esta población de artesanos.
A partir de esta problemática, un equipo de investigadores de la UN encabezado por los ingenieros mecánicos Fabio Sierra y Luis Alejandro Pirabán, creó un horno que revoluciona la forma de cocinar cerámica cuidando al medio ambiente.
El horno consiste en un armazón con cuatro cámaras giratorias hechas en ladrillo refractario. En la primera cámara ingresan las piezas moldeadas, se gira el horno y éstas ingresan al sector de secado y posteriormente entran a la cámara de cocción, para finalmente llegar a la zona de enfriamiento. Cada parte del proceso se realiza en hora y media. Porteriormente, el secado, cocción y enfriamiento pasa de tres días a cinco horas con el novedoso horno.
En los hornos de carbón o gas a gran escala, la energía que utilizan los artesanos para cocinar la cerámica es liberada inmediatamente al medio ambiente a una temperatura entre 400 y 500 grados. Esos gases podrían ser reutilizados para disminuir el consumo de energía, maximizar ganancias económicas y reducir efectos ambientales por calentamiento global.
Según Sierra y Pirabán, con el horno desarrollado por ellos se aprovecha al máximo la energía y se disminuye hasta en 320 grados la temperatura del gas arrojado al ambiente por el horno a carbón. Esto sucede debido a que en el horno giratorio los gases calientes que salen de la cámara de cocción pasan a la cámara de enfriamiento, luego circulan a la cámara final de secado para salir finalmente al ambiente a 180 grados.
A través de esta circulación de la energía se ahorra hasta un 40 por ciento de combustible en comparación con el horno de carbón, se contamina menos y la calidad de la cerámica aumenta, pues sale del horno sin residuos de carbón.
El problema de salud
Según Yeidi Espitia, médica rural del puesto de salud San Antonio de la Pared, la causa del 90 por ciento de las consultas en el mes de septiembre del 2009 fue por enfermedades respiratorias como: rinofaringitis viral y conjuntivitis alérgica, que tienen relación directa con la mala calidad del aire.
Así mismo, en un reporte entregado por la Alcaldía Municipal de Ráquira a la Contraloría General de Boyacá reportó ?para el año 2007: 459 casos de niños menores de cuatro años con enfermedad pulmonar y 380 con infección respiratoria aguda. Esta cifra es alarmante teniendo en cuenta que para ese mismo año, según el DANE, Ráquira tenía un aproximado de 12.800 habitantes y el 75 por ciento de la economía se basa en la artesanía, por lo que dejar de cocinar cerámica sería una catástrofe para el bolsillo familiar.
De los aproximadamente 180 hornos habilitados en el casco urbano y rural de Ráquira, solo 25 de ellos estarían funcionando a gas, la mayor parte a gas propano debido a que en Ráquira no existe una red industrial para conectar todos los hornos a esta modalidad, la cual está funcionando al tope de su capacidad, según informó Carlos Pineda, secretario de Planeación del Municipio.
Actualmente el alcalde del municipio, Reyes Manuel Suárez, logró avalar un proyecto en Ingeominas por 670 millones de pesos para reemplazar 28 hornos de carbón por hornos de gas propano y natural. Con los hornos de carbón restantes, el Alcalde expresó que tiene en mente un proyecto para reconvertir 100 chimeneas con un mecanismo de aspersión que capte el material particulado antes de ser arrojado al aire. Se espera que en diez años no existan hornos de carbón en esta población.
Se espera que el mandatario local acoja el prototipo presentado por la UN, para acelerar el cambio de los hornos tradicionales y mejorar la calidad de vida así como la rentabilidad de los artesanos boyacenses.