Bogotá, abril 5 de 2011.- Este año, el lanzamiento de la campaña Reconcíliate con la naturaleza se realizará en el municipio de Nocaima, a 64 kilómetros de Bogotá por la vía a La Vega, en la provincia de Gualivá, en el occidente de Cundinamarca.
Mediante un Acta Pública la localidad se suscribirá como guardiana la de las seis variedades de palma de cera y del loro orejiamarillo, al tiempo que promoverá la siembra de palma de Sasaima en la localidad, como la utilización de plantas vivas durante el Domingo de Ramos.
Las autoridades de Nocaima y su comunidad, se declaran promotores de la conservación de los recursos naturales, y en especial, del loro orejiamarillo y de las variedades de palma.
Este próspero municipio ofrece varios atractivos ecoturísticos entre ellos la Quebrada San Juanito, para la práctica del cañoning y lugares especiales para el torrentismo.
Es un municipio próspero, que pese al vendaval sufrido el fin de semana, que dejó 500 casas afectadas, es respetuoso de la vida y conciente de que cuidar el planeta es una obligación de todos", expresó el alcalde, Wilson Rojas.
10 años de logros
La Campaña Reconcíliate con la Naturaleza, que busca proteger el loro orejiamarillo y la palma de cera durante la Semana Santa, cumplió una década de buenos resultados, que van desde el aumento de las poblaciones de las especies a proteger, hasta el ejercicio de nuevas prácticas religiosas por parte de la comunidad.
Esta iniciativa surgió en 2002, liderada por Conservación Internacional Colombia y la Fundación ProAves, con el apoyo del Ministerio de Ambiente, la Conferencia Episcopal de Colombia, la Secretaría Distrital de Ambiente, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y la empresa Jardineros, entre otra entidades.
En 1999, había una población de 81 individuos de Loro Orejiamarillo en el Tolima y en 2001, fue encontrada otra con 63 individuos, en Antioquia. Para proteger dicha especie la campaña se enfocó en la conservación de su hábitat, teniendo en cuenta que la palma de cera (Ceroxilon quindiense), sirve como lugar de anidación de esta ave, y que hoy es altamente afectada por el corte indiscriminado de sus ramas para las celebraciones del Domingo de Ramos.
Diez años después, las acciones de conservación realizadas en el Tolima y de una temporada de cría exitosa, lograron en 2010, niveles históricamente altos en la población del loro orejiamarillo, con 727 individuos y 291 polluelos, registrados en 131 nidos. Hoy se cuenta con una población de más de 1000 individuos, indicó ProAves.
Así, el loro Orejiamarillo, catalogado durante nueve años como 'En Peligro Critico' por la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (UICN), bajó su categoría de amenaza a 'En Peligro', gracias al resultado de las continuas alianzas interinstitucionales y el trabajo comprometido por la conservación de la especie.
Al respecto el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, en el marco de la Gestión Ambiental en Biodiversidad, expidió un marco normativo que orienta al país, respecto a las acciones que se deben adelantar para evitar que especies de la flora y fauna nacional, no se extingan por la intervención del hombre.
En cuanto a la palma de cera del Quindío, sus poblaciones siguen categorizadas 'En Peligro Crítico', dadas las amenazas por las actividades agrícolas y pecuarias.
Esta especie fue declarada como Árbol Nacional de Colombia mediante la Ley 61 de 1985, que prohíbe su tala de manera indefinida en el territorio nacional.
Al igual que esta especie, existen otras palmas amenazadas. Por esta razón, en 2011 la campaña hace énfasis en la preservación de la palma de cera de Sasaima (Ceroxilon sasaimae), especie endémica, que se encuentra en Cundinamarca. La palma ha sido categorizada a nivel nacional 'En Peligro Crítico'.
"Invitamos a todos los colombianos a que respetemos el hábitat de estas dos especies y que en esta semana de reflexión espiritual contribuyan a buscar mejores escenarios de convivencia con la naturaleza con oportunidades y beneficios para todos", expresó el viceministro de Ambiente, Carlos Castaño Uribe.