BOGOTÁ, Agosto 8 de 2016 (Por Germán Puerta).- Cuando observamos el cielo en noches despejadas podemos observar, sin aviso, y durante unos pocos segundos, el veloz tránsito de una "estrella fugaz ", un destello en movimiento veloz. En realidad este evento se produce por el ingreso a nuestra atmósfera desde el espacio exterior de pequeños fragmentos de rocas o metal que se incineran al entrar el contacto con la atmósfera, desintegrándose completamente a grandes alturas. La mayoría son apenas del tamaño de una semilla, otros de mayor tamaño se acostumbra llamarlos “bólidos”, y más grandes pueden ocasionalmente impactar la superficie terrestre; en este caso sí se denominan “meteoritos”.
En ciertas épocas del año este fenómeno es más frecuente, precisamente cuando La Tierra se aproxima a la órbita de un cometa. Los cometas en su periódico tránsito alrededor del Sol despiden a lo largo de su trayectoria un continuo rastro de material y cada vez que nuestro planeta pasa a través de estas zonas se produce lo que popularmente se llama "lluvia de estrellas". La Tierra intercepta la órbita de cada cometa en las mismas fechas cada año, y por ello son varias las “lluvias de meteoros”, -el término exacto- que pueden observarse.
Una de las más conocidas lluvias de meteoros son las Perseidas, denominadas así porque el radiante de meteoros pareciera provenir de un punto del firmamento localizado en la constelación Perseo. Se observan del 10 al 15 de agosto de cada año y normalmente, con excelentes condiciones de visibilidad, se pueden contar en su máximo de actividad entre 50 y 100 meteoros en una hora, siendo uno de los más fascinantes espectáculos. Están asociados a la trayectoria del Cometa Swift-Tuttle, un viajero que tarda 130 años en completar su jornada orbital.
Las lluvias de meteoros nos dan una buena oportunidad para salir a mirar el cielo. Hay que escoger un buen punto de atención, en lo posible evitando la luz artificial y por supuesto con cielo despejado. Lo ideal es un campo abierto sin interferencia de árboles o edificios, abrigados adecuadamente e instalados en una cómoda silla para pasar las varias horas de observación. En este año 2016 el mejor momento de observación de las Perseidas será después de la 1 am del viernes 12 y el sábado 13 de agosto.
No se necesita ningún instrumento; este es un espectáculo a simple vista. Hay que dirigir la mirada hacia el Noreste, por donde aparece en la horizonte la constelación Perseo, empezar a contar meteoros, y por si acaso... pedir muchos deseos.