Investigadores colombianos urgen la preservación de 8 especies de árboles amenazadas en la cuenca de Río Claro, en Antioquia que son endémicas de este departamento. La especie Matisia serpicostata presenta la mayor vulnerabilidad, ya que solo se ha encontrado un individuo (un árbol) en la zona.
Durante 6 días, el equipo de investigación a bordo de este buque, de la Dirección General Marítima (Dimar), tomará muestras del agua de lastre, para conocer el impacto ambiental en ambientes marinos.
En esta zona del Pacífico, que empieza a desplegarse desde el río San Juan hasta los límites con el Ecuador, en localidades de los departamentos de Valle, Cauca y Nariño, las mayores porciones del territorio sin vegetación natural (transformados) se localizan hacia el departamento de Nariño hasta los límites con Putumayo.
EPM y Fundación Natura presentan en Bogotá esta nueva especie de salamandra para la ciencia.
BOGOTÁ D.C.- La salamandra del género Bolitoglossa, procedente de los bosques nublados de la vertiente occidental de la Cordillera Oriental de Colombia, ubicados en el municipio de Bojacá en el departamento de Cundinamarca y nombrada como Bolitoglossa muisca, fue encontrada dentro del área protegida regional 'Distrito de Manejo Integrado Cerro Manjuí – Salto del Tequendama', un convenio liderado por EPM y Fundación Natura, que se enfoca en mejorar el estado de los bosques nubosos remanentes de la región del Tequendama, mediante acciones de restauración y conservación.
Jorge Andrés Carillo Cardoso, gerente general de EPM, destacó que este importante hallazgo científico, “fue posible gracias a los recorridos de campo adelantados en los predios Peñas Blancas y La Esmeralda en Bojacá (Cundinamarca), los cuales entregaremos este año a las administraciones municipales y comunidad”. Y agregó que “los predios fueron adquiridos por EPM para implementar las acciones de compensación ambiental, por la construcción de la línea de trasmisión de energía eléctrica Nueva Esperanza que beneficia a más de 2 millones de habitantes de Cundinamarca, Guaviare, Meta y norte del Tolima con el servicio de redes eléctricas de 230KV y 500KV”.
Aunque el género más grande y diverso de salamandras es Bolitoglossa, en América sólo se han registrado y catalogado cerca de 138 especies, entre el noreste de México y el centro de Bolivia. De éstas, 24 pertenecen a Colombia, sin embargo, en el último siglo sólo se han registrado siete, el resto son descripciones anteriores a 1973. Para Clara Ligia Solano, directora de la Fundación Natura, “describir una nueva especie en un país que ocupa el segundo lugar en biodiversidad a nivel mundial, significa enviarle a la sociedad un mensaje contundente frente a la necesidad de frenar con mayor efectividad la degradación de los ecosistemas de alta montaña, pues con seguridad estamos perdiendo especies aun no reconocidas”.
La importancia del nuevo registro, además de contribuir al inventario mundial de la biodiversidad y de sumarse a las 882 especies de anfibios reportadas en Colombia, evidencia la necesidad de proteger los hábitats donde se encuentran las salamandras 'lengua de hongo' o 'sin pulmones tropicales', como se las conoce comúnmente, porque están amenazadas por la deforestación y la tala de bosques.
“Con base en nuestros resultados y observaciones de campo, creemos que esta especie debe ser considerada como En Peligro (EN), según los criterios de la UICN, dado su pequeño rango conocido”, afirmó Yeny Rocío López-Perilla, licenciada en ciencias naturales y educación ambiental, una de los cuatro investigadores que participaron en la descripción de la especie. La Bolitoglossa muisca fue colectada durante los recorridos de campo adelantados en los predios Peñas Blancas y La Esmeralda (vereda Roble Hueco - Bojacá), adquiridos por EPM para implementar las acciones de compensación ambiental, que le fueron asignadas por la construcción de la línea de trasmisión de energía eléctrica Nueva Esperanza. “Este descubrimiento es un ejemplo de cómo las compensaciones y obligaciones ambientales del sector empresarial, son una oportunidad para la gestión del conocimiento de nuestra biodiversidad y para consolidar acciones de conservación de los ecosistemas y de las especies colombianas”, resaltó Solano. Para EPM y la Fundación Natura el reducido número de salamandras del género Bolitoglossa conocido, sumado a las amenazas actuales a su hábitat natural que conlleva la pérdida de vegetación nativa, hacen necesario que el país siga generando programas de monitoreo para evaluar mejor su estado actual, como el que se adelanta desde hace 5 años. Trabajar por la conservación e investigación científica en beneficio de los ecosistemas de alta montaña son acciones que contribuyen con la armonía de la vida para un mundo mejor.
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