Bogotá, Agencia de Noticias U.N. Lo que han hecho los astrónomos de la institución Carnegie en Estados Unidos es posible gracias a técnicas astronómicas avanzadas que dan resultados fieles acerca de los avistamientos. “Las técnicas de astronomía le permiten a uno, observando bien la estrella, ver el tránsito del planeta y calcular la órbita. Eso a su vez permite saber la masa del planeta y a qué distancia de la estrella se encuentra. Ahí está la clave del tema de la posibilidad de vida en de un planeta”, afirmó el investigador.
Según los científicos, se trata de un planeta que se encuentra orbitando alrededor de la estrella Gliese 581, en la constelación Libra, y es probablemente rocoso, con una superficie firme y con suficiente gravedad para mantener una atmósfera.
Dependiendo de la distancia a la que se encuentre el planeta de la estrella que compone su sistema, depende la temperatura superficial del mismo. “El tamaño del planeta y la distancia que este tiene de la estrella es fundamental para determinar las condiciones de habitabilidad. El nuevo hallazgo es importante porque el planeta está a una distancia que permite que tenga temperaturas adecuadas (entre 31 °C y 12 °C), para mantener la estructura básica orgánica permanente que es el agua”, explicó.
Tejeiro aclaró que este cuerpo avistado por los científicos estadounidenses, pese a contar con condiciones que suenan amigables para los humanos, no constituye ninguna esperanza de poder conocer o migrar hacia otro lugar, pues este nuevo integrante de la constelación Libra se encuentra a unos veinte años luz y, por lo menos por ahora, es imposible llegar a él.
“Para hacer una comparación, la luz de nuestro sol tarda 8 minutos en llegar a la Tierra y está a una distancia de 150 millones de kilómetros. La estrella más cercana que nosotros tenemos, llamada Proximus Centaurus, está a 4 años luz, relativamente cerca. La galaxia más cercana, que es Andrómeda, está a 2 millones de años luz. Con las condiciones de tecnología actuales, si enviáramos un artefacto, viajando a 100 mil kilómetros por hora, este objeto tardaría unos cuantos millones de años en llegar a este planeta que se descubrió”, afirmó Tejeiro.
“Por ahora, lo que nos queda es observarlo con grandes telescopios y tratar de detectar desde acá, a través de espectroscopías, la composición de la atmósfera de ese planeta, y esa es la dirección en la que seguramente trabajarán por ahora los expertos”, concluyó el Director del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de Colombia.