CIUDAD DE MEXICO, Marzo 5 de 2016.- Con un promedio de diez millones de kilómetros cuadrados, en la Antártida, el agujero en la capa de ozono, alcanza su máximo histórico en los últimos diez años.
El número se da a raíz de un estudio realizado por la Universidad de Santiago de Chile a finales del año pasado, en una expedición en la Estación Científica Polar Conjunta Glaciar Unión, ubicada a 1000 km del Polo Sur.
El primer descubrimiento sobre el agujero en la capa de ozono fue en 1985, por un equipo de científicos del Estudio Británico de la Antártida en Cambridge.
Entre septiembre y diciembre, el fenómeno aumenta, debido a las bajas temperaturas de la zona y el vórtice polar antártico, que es un ciclón que impide que el ozono de otras latitudes cierre el agujero.
Investigadores de la NASA, y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, señalan que el agujero sobre la Antártida, normalmente alcanza su área de pico anual entre septiembre y octubre. Para 2015, informan, se formó más lentamente, pero se expandió con rapidez, cubriendo una mayor área de valores bajos de ozono que en los últimos años.
El deterioro de la capa de ozono se produce debido a sustancias nocivas que se generan principalmente por las industrias. El efecto repercute también en los humanos y seres vivos del planeta, por ejemplo: provocando cataratas oculares, supresión del sistema inmunitario en humanos y en otras especies, afecta a los cultivos sensibles a la radiación ultravioleta.
El cambio climático es un hecho y a raíz de este fenómeno, ya se han reportado casos en los que se han secado ríos y lagos en diferentes lugares del mundo; también son preocupantes los climas extremos de sequía o invierno.