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Con la aprobación en el Congreso de esta norma, Colombia se sumaría a los 71 países que ya han ratificado este acuerdo, que contribuirá en la reducción de los gases efecto invernadero y el calentamiento global.

 

BOGOTÁ D.C.- La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó la Ley 369 de 2019, por medio de la cual Colombia ratifica la Enmienda de Kigali del Protocolo de Montreal, con la cual se esera reducir 105 millones de toneladas de dióxido de carbono en el mundo y así evitar el aumento de la temperatura media del planeta hasta en 0,5 grados centígrados para finales del siglo. 

La Enmienda de Kigali es la más reciente actualización del Protocolo de Montreal, adoptada el 15 de octubre de 2016 y que entró en vigor el primero de enero de este año. El Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos ambientales multilaterales más exitosos del cual Colombia es signataria desde 1993. Establece la eliminación de la producción y el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono (SAO), según explicó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS)  

La Enmienda le permitirá al país liderar una transición hacia tecnologías de vanguardia con mayor eficiencia energética y sustancias más amigables con el medio ambiente, que se traducirá en ventajas competitivas en el mercado global. Además, la industria nacional tendría oportunidad de solicitar recursos al Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal para llevar a cabo sus procesos de reconversión a nuevas tecnologías.

Esta Enmienda agrega a la lista de sustancias controladas por el Protocolo los hidrofluorocarbonos (HFC), que no son sustancias agotadoras de la capa de ozono, pero sí son gases de efecto invernadero. Para el caso de los países desarrollados, esta transición inició en el 2019 mientras que, para China, los países africanos y los que conforman la región de América Latina y el Caribe, la reducción comenzará en el 2024.

En los años 90 se empezó a promover el uso de los hidrofluorocarbonos (HFC) en reemplazo de los CFC y los HCFC, altamente agotadores de la capa de ozono. Estas sustancias, que se presentaron como la mejor alternativa en ese momento, se utilizan principalmente en aires acondicionados, aparatos de refrigeración, espumas de poliuretano y aerosoles. Con el tiempo, se estableció que los HFC eran a su vez, una seria amenaza para la estabilidad climática con un alto potencial de calentamiento global.