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Ex ministros brasileños de Medio Ambiente y expertos en este sector divulgaron un manifiesto en el cual advierten sobre un potencial fracaso de la próxima cumbre internacional Río+20 en Brasil.

"Río más o menos 20" es el título de su pronunciamiento, en el cual pronostican que un elevado riesgo de que Río+20 no sea apenas irrelevante, sino que configure un retroceso.

El encuentro mundial de gestores de política ambiental, se llevará a cabo del 20 al 22 de junio del presnte año en Río de Janeiro, 20 años después de la cumbre de Río 92..

De acuerdo con un reporte publicado por el portal argentino elcomercial.com.ar, la iniciativa ha sido coordinada por Rubens Ricúpero, ex Ministro de Medio Ambiente y ex Secretario General de la UNCTAD, al lado de figuras nacionales como Marina Silva, José Goldemberg y Fabio Feldmann, con el apoyo de economistas y académicos.

Luego de que el Gobierno conociera el documento en mención, la actual ministra de Ambiente, Izabella Teixeira reaccionó enérgicamente, al asegurar que tal vez los críticos de la conferencia no se encuentran bien informados".

La cancillería brasileña, por su parte, manifestó que Río+20 debe ser una conferencia sobre desarrollo sostenible, apoyada en tres pilares (social, ambiental y económico), ante lo cual numerosos críticos señalan que se intenta "desambientalizar" el cónclave internacional.

El gobierno de Brasil no coincide con la posición de la Unión Europea, que promueve el fortalecimiento del existente Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El embajador Luiz Alberto Figueiredo Machado, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para Río+20, entre tanto, anunció que Brasil promoverá la creación de una nueva instancia operativa en el marco de Río+20.

El funcionario afirmó a los medios que es notoria la falta de financiación para la promoción del desarrollo. En tal sentido, dijo que los países ricos no cumplieron el compromiso de 1992 para aumentar la asistencia financiera para el desarrollo hasta un 0,7% de su PIB.

En la actualidad, existe en Naciones Unidas una Comisión para el Desarrollo Sostenible, creada para el seguimiento de los convenios firmados durante la Eco-Río 92 (sobre cambio climático y biodiversidad), pero funciona con escaso impacto dentro de la burocracia central de la ONU.

Algunos observadores han señalado que es preciso tomar en cuenta que la política exterior de Brasil no es diseñada completamente por quienes actúan nominalmente como presidentes del país, sino por una entidad tradicional monolítica, el Ministerio de Asuntos Exteriores, conocido como Itamaraty.