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El mapa de vegetación natural que realiza el Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en coordinación con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Minambiente) y sus institutos adscritos (IIAP,IDEAM,IAvH, Sinchi) será una herramienta fundamental para la redistribución de tierras que anuncia el nuevo gobierno.

 

BOGOTÁ D.C.-El director científico del primer mapa de vegetación natural que tendrá el país, profesor Jesús Orlando Rangel, indicó que el gobierno entrante debería incluir en las asignaciones a los campesinos, además de la porción de territorio vital para satisfacer sus necesidades básicas, tierras deforestadas para resembrar-recuperar los bosques y restaurar la vegetación natural. Esta acción   se constituiría en un gran aporte del país con mayor expresión de la biodiversidad del mundo al proceso real de mitigar el calentamiento global.

El docente de la UNAL, quien fue invitado por la red de Naciones Unidas Pacto Global Colombia a un webinar para explicar los alcances del primer mapa de vegetación con que contará el país, considera que esta nueva herramienta resulta especialmente valiosa para planear la producción agrícola sin afectar la vegetación nativa del país, la cual ha sido altamente transformada especialmente en las regiones Andina o cordillerana, Caribe y en el piedemonte llanero (Orinoquia)

Durante su intervención, el profesor Rangel explicó cómo se ha venido desarrollando este trabajo, gracias a la iniciativa del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, y de su equipo de asesores.

Recordó también que la nueva herramienta se desarrolló con las últimas tecnologías de información satelital mediante una metodología propuesta por Larry Niño, M.Sc y estudiante de doctorado en Ciencias- Biología en la UNAL, quien también explicó cómo se recopiló la información que permitirá establecer en detalle los diferentes tipos de vegetación natural con que cuenta el país e identificar los territorios donde ha sido más transformada, ya sea por la agricultura, cultivos extensivos y otras actividades como la ganadería intensiva.

Para acopiar esta amplia información, el equipo investigativo del Instituto de Ciencias Naturales (ICN), dirigido por el doctor Orlando Rangel-Ch., profesor y director del grupo Biodiversidad y Conservación del ICN, se dio a la tarea de recopilar los registros documentados sobre la vegetación natural de Colombia y los realizados en numerosas salidas de campo. Labor igualmente adelantada por los profesionales de los institutos IIAP, y SINCHI para los territorios de su jurisdicción político-administrativa.

Estos datos se vienen consolidando en el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SiB Colombia) del instituto Humboldt y estarán al alcance de cualquier colombiano que los quiera consultar, con el propósito de conocer la descripción detallada de la vegetación en determinada zona del país antes de realizar cualquier proyecto o intervención sobre estos recursos.

El magíster Niño explicó que trabajó desde Google Earth Engine, una plataforma abierta que utilizan los científicos y académicos, para estudiar y visualizar conjuntos de datos geoespaciales provenientes de miles de imágenes satelitales.

En ese sentido, complementó que las imágenes multidimensionales en las que se fundamenta la cartografía a presentar se componen de tres sensores distintos: dos tipos radar y uno óptico. Cada uno de estos provee datos con distintas perspectivas para diferenciar y clasificar los tipos de vegetación, por medio de técnicas de inteligencia artificial, particularmente machine learning o aprendizaje de máquinas.

“Hemos reunido muchos de los avances tecnológicos, lo realmente novedoso son los datos de entrada, cada uno de los cuales tienen una explicación, responden a un por qué y a un para qué”, mencionó.

Orinoquia y Andes, entre pastizales y frailejones

El equipo investigador ya cuenta con la mayor parte de información que se ha producido sobre inventarios de la vegetación de Colombia y tiene sistematizada y “espacializada” la de la Orinoquia y la zona Andina (cordillerana). Entre los hallazgos más importantes, se destaca que el modelo ha clasificado el 46 % de la región Andina y el 73 % de la Orinoquia como porciones del territorio cubiertas por vegetación natural.

Se resalta que fueron cartografiadas 52 alianzas/formaciones para los bosques de la región Andina, en un área aproximada de 13,5 millones de hectáreas, las cuatro unidades boscosas con mayor extensión, con el 44 % de los bosques andinos, corresponden a aquellos agrupados en las formaciones (alianzas fitosociológicas) Chamaedoreo pinnatifrondis - Sloaneion brevispinae, los palamres mixtos de Calatolo costaricensis - Wettinion kalbreyeri, los bosques de roble  del Billio roseae - Quercion humboldtii y del palamar mixto Wettinio fascicularis - Colombobalanion excelsae(roble negro).

En la región paramuna se diferenciaron 48 alianzas/formaciones en una extensión aproximada de 1,7 millones de hectáreas, con predominancia de tres formaciones con el 40 % de la vegetación paramuna, particularmente. Predominan tres formaciones con el 40% del cubrimiento de la vegetación, particularmente los frailejonales agrupados en la unidad del Espeletio colombianae - Calamagrostion effusae, los matorrales bajos del Acaeno elongatae - Hypericion phelli y los pajonales del Calamagrostio bogotensis - Arcytophyllion nitidi

En la Orinoquia fueron cartografiadas 24 alianzas/formaciones de bosques con una extensión aproximada de 7,4 millones de hectáreas, donde predominan los palmares mixtos de la alianza Attaleo maripae - Iryantherion laevis que agrupa bosques y palmares que representan el 49 % de las áreas boscosas. En cuanto a los pastizales naturales, se diferenciaron 20 alianzas/formaciones en cerca de 9,6 millones de hectáreas, las cuatro unidades con mayor extensión, con el 45 % de los pastizales, corresponden a los de Paspalo pectinati - Axonopion aurei, los de Axonopo aurei - Trachypogonion spicati, los de Paspalion carino – pectinati y los de Rhynchosporo barbatae - Axonopion ancepitis

Sobre la Amazonia y el Pacífico

Por su parte, los demás institutos de investigación vinculados al proyecto, tales como el Instituto Amazónico de Investigaciones de la Amazonia SINCHI, y el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico John Von Neumann, vienen adelantando el trabajo correspondiente a las zonas de la Amazonia y Pacífico, respectivamente.

Para el profesor Rangel, el mapa de vegetación tendrá aplicación en diferentes escenarios, particularmente en lo relativo a la toma de decisiones para la utilización sostenible de la biodiversidad, la conservación y la preservación de la enorme riqueza que representan nuestros bosques, selvas y diversos tipos de vegetación.

El director científico del proyecto destacó el decidido apoyo del ministro Correa y aseguró que este mapa de vegetación de Colombia es el punto de partida para adelantar muchos otros trabajos ambiciosos de monitoreo de la vegetación del país, en temas como qué se ha perdido, qué le queda al país, qué tipo de vegetación existiría si no se hubiera cambiado la cobertura original y, además, cuáles especies plantar en proyectos de restauración, rehabilitación o recuperación de los ecosistemas.