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La causa de fondo del calentamiento global es el fracaso del modelo de desarrollo que se estableció tras el advenimiento de la Revolución Industrial. Para el ingeniero Germán Poveda Jaramillo, magíster en Aprovechamiento de Recursos Hidráulicos, de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, a ello se suma el aumento desmesurado de la población, la sobreexplotación y contaminación de los recursos naturales “agua, aire, suelo,bosque, pesca-, el agotamiento de sitios depósito de desperdicios, todo ello reflejo de un desenfrenado consumismo a como dé lugar en un mundo que cada año gasta miles de millones de dolares para subsidiar su propia destrucción.

Los siguientes son apartes de la ponencia preparada por el profesor Poveda con ocasión del Primer Encuentro Internacional Cambio Climático-Carbono Neutral, realizado por la Fundación Al Verde Vivo y la Universidad del Rosario en Bogotá.

“La única alternativa es una revolución ambiental. Debemos crear un modelo de desarrollo en el que la economía sea un insumo delo ambiental, al contrario de lo que sucede hoy. Tenemos imperativos éticos, científicos y económicos para valorar los servicios que prestan los ecosistemas y el ambiente. La sociedad debe penalizar, en términos económicos, a quienes causen deterioro ambiental. Se deben crear impuestos a los combustibles fósiles no renovables, as” como legislación para obligar a reducir emisiones, tecnologías para conservación y uso eficiente de agua y energía, investigación en energías limpias (eólicas, solar, hidráulica), investigar la “limpieza” de los combustibles y sobre técnicas de secuestro de carbón, obligar al Protocolo de Kyoto.

El reciente IV Reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, ha establecido, con un 99% de certeza, que las actividades humanas han causado el calentamiento global, debido a la emisión de gases efecto invernadero (CO2) y por la deforestación y cambio en el uso de la tierra. El cuarto reporte del IPCC, concluye que los cambios en el clima ya están afectando a todos los sistemas físicos y biológicos de todos los continentes. El aumento de la temperatura produce enormes efectos ambientales, económicos y sociales, incluyendo el derretimiento de los casquetes de hielo polar y de los glaciares de alta montaña, el aumento del nivel del mar (ocasionando erosión costera e inundaciones de zonas habitadas por el ser humano); la alteración del ciclo hidrológico del planeta, dando lugar a eventos más intensos de tormentas y sequías, así como la ocurrencia de huracanes con mayor poder destructivos e inundaciones, deslaves y avalanchas; la pérdida de valioso ecosistemas (páramos, bosques, corales), con importantes implicaciones en la produccón de alimentos y en la seguridad alimentaria; el incremento de enfermedades que dependen del clima como la malaria y el dengue.

La Primera Comunicación Colombia ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático hace un amplio diagnóstico de las evidencias científicas y de las alternativas para adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático y sus efectos sobre la hidroclimatología del país.

El trabajo de Mesa, Poveda y Carvajal (1997) hace una detallada búsqueda de señales de cambio climático en Colombia. El estudio muestra cambios estadísticamente significativos entre 1960 y 1995.

El reporte Stern, publicado en octubre de 2006, plantea que el cambio climático es una de las mayores fallas de la economía de mercado que ha presenciado el mundo y que interactúa con muchas otras deficiencias de la economía de mercado y la llamada globalización. El mismo reporte concluyó que no hacer nada en relación con el cambio climático significa entre el 5,20% de pérdidas anuales en el consumo mundial, mientras que la estabilización de gases de efecto invernadero (alrededor del doble de los niveles preindustriales), costaría el 1% del Producto Interno Bruto global hacia la mitad del siglo XXI, con un margen de error de más o menos el 3%.

Es urgente crear una eco-economía como parte del Plan B para salvar la tierra, dado que el “Plan A” ha fracasado en pleno.

Es necesario crear indicadores genuinos de desarrollo que superen las limitaciones del PIB y que involucren la dimensión ambiental. El Indicador de Progreso Genuino, IPG. Halstead y Cobb, 1996) es un indicador que los bancos centrales deben comenzar a estimar como parte de su tarea cotidiana, y los gobiernos a involucrar en forma seria dentro de los planes de desarrollo.

Es necesario crear un Fondo Mundial para la Adaptación al Cambio Climático, financiado por los países que más han contribuido al calentamiento global (Estados Unidos, Unión Europea). Es necesario comenzar a diseñar las estrategias para cuando finalicen los compromisos del Protocolo de Kyoto (2012). Lo último, y no menos importante que la estabilización del clima mediante el uso de energías limpias y renovables, y la recuperación del deterioro ambiental, es (Brown, 2006) la erradicación de la pobreza y la estabilización de la población mundial; la obligación de alimentar bien a siete mil millones de personas, lo cual implica repensar la productividad de la tierra y el uso eficiente del agua, y la producción de proteínas en forma más eficiente. Se requiere también el rediseño de ciudades sostenibles, la construcción de la llamada eco-economía, con nuevos indicadores, materiales y métodos de producción, así como la valoración del cuidado de los ecosistemas.

Lo que está en juego es la supervivencia del género humano, que debe convertirse en una oportunidad para mejorar la calidad de vida. No en vano hemos aprendido (Diamond, 2004) que muchas sociedades humanas colapsaron en el pasado por agotar la capacidad de regeneración de sus ecosistemas”.