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Por: Max Henríquez Daza - Meteorólogo

A propósito del terremoto de 7.7 grados Richter que se presentó en la falla de D’enriquillo, el pasado martes 12 de enero en Haití y que destruyó la ya derruida estructura social del país más pobre del hemisferio norte, nos asalta de nuevo la preocupación por el desastre más grave que podría afectar a toda la zona del Caribe, que sería un tsunami parecido al de Indonesia del 2004. Si eso llegara a suceder se podrían ver afectados 35 millones de personas, entre muertos, heridos y damnificados directos. En los últimos 500 años han sucedido 10 de ellos con diferentes tipos de consecuencias. Se han registrado más de una docena de terremotos de más de 7 grados de magnitud en la zona comprendida entre las islas Vírgenes, Puerto Rico y la Española (Haití y República Dominicana), e incluso en 1946 hubo un mega-terremoto de 8.1 grados en esa zona que causó un maremoto que acabó con la vida de 1.500 personas.

Este tema fue tratado en forma tangencial por el entonces Director del Centro Nacional de Huracanes de Miami, en una reunión de expertos en asuntos oceánicos que hubo en Cartagena en el 2006, y es el resultado de investigaciones realizadas por científicos de las Universidades de Carolina del Norte y Texas donde afirman que cada 50 años, en promedio, se presenta un terremoto fuerte en la parte norte de la cuenca del Caribe, donde colindan las placas tectónicas de Norteamérica y la del Caribe. No quedan dudas de que un gran tsunami es factible aquí, el asunto es saber cuándo es que se va a presentar. Muchos países no están preparados, incluido Colombia, pero se han comenzado a dar pasos hacia el establecimiento de un sistema de alerta temprana. Como casi siempre sucede en nuestros países, aunque ya los científicos hayan expresado las evidencias y alertado sobre los peligros, las medidas se tomarán después de que ocurra el desastre, y no antes, y seguramente habrá que recoger y enterrar a los miles de muertos que van a registrarse. En Indonesia y todo el océano Índico pasó lo mismo y allá el mega sismo detonó en una falla tectónica muy similar a la que hay en la Española y que el 12 de enero pasado mató a más de cien mil personas, según unos primeros cálculos, en Puerto Príncipe.

Algunos investigadores británicos han advertido desde el año 2009 que también hay un alto riesgo de tsunamis en el Caribe por actividad volcánica, especialmente del Volcán Morne aux Diables de la isla de Dominica, a la cual llegó Cristóbal Colón en su segundo viaje a las Américas en 1493, y por otros activos en el arco de las Antillas, caracterizada zona de subducción de las placas tectónicas.Así que no cuesta trabajo imaginarse una enorme ola recorriendo en cuestión de minutos todas las zonas turísticas de los diferentes países caribeños, olas que viajan a razón de 800 km/h y que se llevarían por delante a miles o tal vez millones de personas. La vulnerabilidad es alta, pero la preparación para evitar muchos muertos es baja.