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Santa Marta, septiembre 12 de 2014.- (Por Alejandro Arias) Entre el 20 de julio y el 21 de agosto del presente año, se han presentado tres derrames de crudos afectando importantes zonas ambientales y de playa del Golfo de Morrosquillo sin que hasta la fecha se haya determinado el alcance del impacto ocasionado a los ecosistemas de esta importante zona.

De acuerdo a las investigaciones que se adelantan el primer derrame, ocurrido en horas de la noche del 20 de julio, se debió a una presunta falla del sistema de seguridad de la válvula de las mangueras de cargue que no se activó conforme a las normas de seguridad; contingencia presentada, por razones de vientos, en la monoboya TLU2 a cargo de Ocensa S.A.

Según los informes conocidos, esa noche se presentaron fuertes vientos que obligaron al desacople del buque carguero BT Eurochampion 2004 ante la inminencia de una colisión de éste con la monoboya. Operación que suponía los sistemas de seguridad se activaran, cosa que no sucedió por fallas en las válvulas de las mangueras que permitieron el derrame de al menos cuarenta barriles de crudo.

De este derrame no se dio reporte a las autoridades marítimas y la alerta se produjo gracias a un sobrevuelo de una aeronave de la Armada Nacional en la mañana del día siguiente.

Aunque las investigaciones las inició la Dimar, una vez fue informada por la Armada Nacional, las características del incidente obligan a que éstas sean asumidas por la Superintendencia de Puertos. No obstante, hasta la fecha poco o nada se ha informado sobre los avances de la misma.

El otro derrame se dio en tierra en el sector Petalaca, a 60 metros de la Ciénaga de La Caimanera y fue denunciado por los habitantes del sector al notar la presencia de crudo en la superficie adyacente y los espejos de agua de la laguna.

Las investigaciones señalan, luego de las excavaciones realizadas y las verificaciones pertinentes, que el tubo del oleoducto en un tramo de 200 metros presentaba cuatro perforaciones asociadas al mal mantenimiento del mismo.

Todo indica que por razones de la corrosión y la presión el crudo se fugó desde una profundidad de dos metros que aunado al nivel freático de la zona terminó evidenciando el derrame que terminó afectando la ciénaga y el complejo de lagunas que la rodean.

La empresa responsable de este tramo del oleoducto es la filial de Ecopetrol Cenit S.A.S., compañía propietaria de la red de oleoductos más grande del país. Allí están las participaciones de Ecopetrol en el Oleoducto Central, el Oleoducto de los Llanos, el Oleoducto de Colombia y el proyecto del Oleoducto Bicentenario.

La Terminal Coveñas, entre tanto, es el principal puerto de movimiento de hidrocarburos en Colombia. Éste es alimentado por los oleoductos Caño Limón Coveñas, Oleoducto de Colombia (ODC) y Oleoducto Central (OCENSA). Además del crudo proveniente de los oleductos también se carga nafta proveniente de la Refinería de Barrancabermeja para lo que se utilizan las líneas Galán - Ayacucho y Marquetalia - Coveñas. Para la actividad del cargue se cuentan con tres puntos identificadas como las monoboyas TLU1, TLU2 y TLU3.

Del segundo derrame en mención no se conocen evaluaciones por parte de la autoridad ambiental competente, la Corporación Regional Ambiental de Sucre. Tampoco se tiene información de la cantidad de crudo derramado.

El 21 de agosto se registró el tercer derrame, en desarrollo de la operación de cargue de crudo, en la monoboya TLU1 operada por Ecopetrol, del buque "Energy challenger".

Las investigaciones hasta ahora señalan que en la labor de cargue, el buque presentó una fuga de crudo provenientes del casco interior correspondiente a la bodega de almacenamiento.

De suerte, que este crudo terminó siendo liberado al mar con las aguas de lastre almacenadas entre el casco exterior y el casco de la bodega de carga.

En los reportes se registra que el derrame fue detectado la misma noche de la operación y se dispusieron las medidas de control. No obstante, el crudo terminó afectando importantes zonas de playa del golfo. La Dimar avanza en las investigaciones correspondientes.

MUNICIPIOS AFECTADOS

Los municipios mas afectados con los derrames en aguas, fueron Tolú y San Onofre (Sucre). Los sectores que presentaron restricciones para el uso recreacional de las playas y las faenas de pesca fueron Guerrero, El Francés, Alegría, Guacamaya y Playa hermosa.
En Coveñas la más afectada con el derrame en tierra fue la ciénaga de La Caimanera.

Pese a que las zonas más afectadas presentan una aparente normalidad luego de las labores de limpieza, se espera un informe de afectación a los ecosistemas que adelantará la Red de Monitoreo de Aguas Marinas y Costeras -Redcam- que junto con la Invemar adelantarán los estudios pertinentes.

Más allá de los incidentes quedó en evidencia la nula reacción de las autoridades locales que carecen de planes de contingencias para la atención de este tipo de emergencias.

Las maniobras de control y protección ante este tipo de emergencias han quedado a cargo únicamente de las empresas operadoras del oleoducto y la terminal y ante la ocurrencia de este tipo de eventos los alcaldes y sus Comités Locales para la Prevención y Atención de Emergencias y Desastres terminan siendo apenas decorativas.

Igual se puede predicar de los Ministerios de Ambiente y Minas que deberían adoptar medidas definitivas a efectos de aminorarlos o implementar acciones que garanticen la debida protección de los recursos naturales y los ecosistemas existentes.

LA RIQUEZA DEL GOLFO

El golfo de Morrosquillo se localiza tiene una longitud aproximada de 17 km, de sur a norte y se extiende desde los límites con el departamento de Córdoba hasta las ciénagas cercanas al canal del Dique.

En el extremo sur se encuentran la punta Mestizos y la bahía Cispatá, antigua desembocadura del río Sinú, cuya entrada está delimitada por las puntas Terraplén y Resguardo, conformadas por ciénagas de manglares; en el norte, el golfo está delimitado por Punta e isla San Bernardo.

En el territorio insular la vegetación dominante es el mangle, del cual se encuentran las especies: rojo, humo o negro, bobo o blanco y zaragoza. Estos mangles se presentan también en las orillas de la mayor parte de los canales, caños y ciénagas de Cispatá, donde dejan a la vista buena parte de sus raíces durante la bajamar. Algunas zonas como la ciénaga de La Caimanera están bordeadas en su totalidad por una franja ancha de manglar que en algunas áreas alcanza hasta los 1.000 m y en ella dominan el mangle rojo, seguido por el mangle negro y el mangle blanco.

En el golfo se encuentran 135 especies de diatomeas y dinoflagelados y 516 de foraminíferos. Otros invertebrados que conforman la biota del arrecife son: 27 especies de antozoarios e hidroides, 26 de poliquetos, 72 de moluscos marinos entre los que sobresale el Strombus gigas, importante recurso pesquero, así como 50 especies de ostrácodos, 114 decápodos y 24 equinodermos.

Los peces comprenden 167 especies entre las que sobresale el tiburón gato, animal inofensivo que sólo se alimenta de crustáceos, moluscos y equinodermos y que puede alcanzar hasta cuatro metros de longitud; el tiburón amarillo es frecuente en el área y es muy agresivo, aunque al igual que el anterior sólo se alimenta de invertebrados y de algunos peces; son numerosos los peces de vistoso colorido y diseño, así como otros vertebrados acuáticos como el delfín y la tortuga carey.

Se han reportado 60 especies de aves, de las cuales 31 son marinas; algunas anidan en las islas, como la tijereta de mar, especie en la que los machos, durante la época de reproducción hinchan un saco de color rojo intenso para atraer a las hembras y el pelícano o alcatraz, siempre presente en los alrededores.