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Entidades gubernamentales apoyada por las comunidades de Playa Blanca, en el departamento de Bolívar, despliegan un plan para recibir a las tortugas carey en su temporada de anidamiento y desove teniendo en cuenta que esta especie es migratoria, por lo que es prioritario preservar su hábitat para garantizarle la supervivencia.

 

CARTAGENA.- En busca de procurar unas mejores condiciones para el anidamiento y desove de las tortugas Carey, esperado para las próximas semanas en las costas de Playa Blanca (Bolívar), y con el fin de compartir información sobre estas navegantes milenarias, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Nacionales Naturales, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique, CARDIQUE, y el Establecimiento Público Ambiental de Cartagena, se unen nuevamente para alistar, junto con la comunidad local, los preparativos de este proceso natural.

El apareamiento de esta especie, que puede vivir entre 30 y 50 años, se produce cada dos o tres años en aguas poco profundas y el proceso de anidación dura de una a tres horas. Al igual que otras especies de tortuga, esta sale del mar para buscar un lugar adecuado y realizar el desove. Generalmente ponen de 90 a 140 huevos. Después de dos meses, las crías abandonan el cascarón para ir en busca del agua. Al nacer pesan poco menos de 24 gramos y su caparazón en forma de corazón mide 2.5 cm de largo. 

Aunque agosto es el mes de mayor anidación, la tortuga carey empezará a aparecer pronto en el Caribe, específicamente en Playa Blanca, para poner sus huevos, lo que les permitirá al Ministerio de Ambiente, a Parques Nacionales Naturales, Cardique, con el apoyo de WWF, continuar con las acciones de conservación que lideran de tiempo atrás, en conjunto con las comunidades locales.

“Proteger nuestra biodiversidad es un enorme desafío en una época marcada no solo por el rigor con el que trabajamos para ser ambientalmente responsables, sino por una pandemia que nos ha demostrado que somos absolutamente vulnerables como especie", señaló el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ricardo Lozano, quien destacó la ayuda de las comunidades de Cartagena, y concretamente de Playa Blanca, en la obtención de resultados satisfactorios frente al cuidado y conservación de una tortuga marina bajo riesgo en la mayoría de los casos, por actividades relacionadas con el turismo, los deportes acuáticos, los vertimientos y la contaminación de las aguas marinas con residuos plásticos.

En este mismo sentido, Luz Elvira Angarita, Directora Territorial Caribe de Parques Nacionales Naturales de Colombia, recordó que desde hace muchos años Parque Nacionales viene trabajando en los procesos de conservación de los hábitats de las tortugas marinas.

Con el apoyo de Cardique y Minambiente hemos implementado estrategias para esta conservacion en la zona de Playa Blanca, donde tenemos una enorme franja de pastos marinos y una playa donde las tortugas han llegado desde hace muchísmos años; este no solo es un proceso institucional, sino en el cual participan las comunidades, especialmente las afrodescendientes, que deben empoderarse de este proceso de conservación", señaló la funcionaria.

Por su parte, el Director General del Cardique, Ángelo Bacci Hernández, indicó además que “las tortugas marinas juegan un papel clave en los ecosistemas marinos ya que son unos indicadores de calidad tanto en los ecosistemas sumergidos, como en las zonas de anidación. Teniendo en cuenta que se encuentran dentro de las especies amenazadas, es de gran importancia su conservación y protección para la debida gestión ambiental y salud de los ecosistemas”.

Desde hace varios años, el Establecimiento Público Ambiental de Cartagena con el apoyo de la Policía Ambiental, han desarrollado actividades de control y vigilancia en las zonas de mayor afluencia de turismo como son hoteles, restaurantes y centros de artesanías ubicados en el Centro Histórico, Bocagrande y Zona Norte.

“Gracias a estas acciones y actividades de capacitación  y sensibilización con vendedores ambulantes y artesanos, se ha logrado disminuir significativamente la promoción y comercialización de piezas o partes hechas con tortuga carey; sin embargo, para que este esfuerzo obtenga mejores resultados, se necesita un apoyo conjunto nacional para enseñar a los ciudadanos en general, los efectos de su comercialización y que su compra y consumo también son considerados como un delito. De esta manera cuando estos ciudadanos lleguen a Cartagena o a cualquier ciudad costera en calidad de turistas, no se genere ninguna demanda sobre este importante recurso”, señala Javier Mouthon Bello, director general del EPA Cartagena.

El Ministerio de Ambiente elaboró el Programa Nacional para la conservación de tortugas marinas y continentales en Colombia (2002) en busca de garantizar la supervivencia de todas las especies de tortugas presentes en el país, un trabajo coordinado con varias instituciones y la participación de la comunidad, y punto de referencia para continuar aunando esfuerzos para la conservación de estas especies.