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Luz Dary Díaz Alvarado, lideresa de la localidad de Bosa,  lleva 12 años cultivando la tierra sin salir de Bogotá y promoviendo el tejido social a través del programa de huertas comunitarias tecnificadas, una iniciativa apoyada por organizaciones no gubernamentales.

BOGOTÁ D.C.- En tiempos de cuarentena debido a la pandemia del COVID-19, muchas personas se han interesado por la huerta casera y acuden a esta bogotana para que les enseña sus secretos. Luz Dary se turna con otras mujeres para cuidar la huerta comunitaria que crearon en Bosa y asesora el montaje de varias  más en  terrazas casas. Además; y mientras se levanta la medida de aislamiento decidió crear un mercado virtual para vender por internet los productos que cosechan. 

Esta bogotana, madre de seis hijos, es una de las lideresas del programa de huertas comunitarias en la alcaldía de Bosa, labor que empezó 12 años atrás cuando, por circunstancias adversas, debió retirarse de su trabajo, lo que la llevó a ser usuaria de un comedor comunitario.

En este espacio nace un interés por la agricultura urbana, luego de participar en talleres dictados por el Jardín Botánico en donde aprendió acerca del valor nutricional de los vegetales y frutas, así como sobre la protección de semillas ancestrales.

La idea evoluciona hasta convertirse en el colectivo "Semilla de esperanza, vida y paz", de la cual forman parte cinco mujeres y tres hombres, que, bajo su liderazgo y con el apoyo de entidades públicas, educativas y empresa privada, han formado alrededor de 300 personas en zonas urbanas, periurbanas y rurales.  

Ella aprendió, no sólo a cultivar, adquirió conocimientos en políticas públicas de seguridad alimentaria y construcción de tejido social. Lo anterior llevó al Colectivo a crear un canal de comercialización para llevar sus productos al mercado. Así, cada semana realizan una feria agroecológica llamada "Mercado de los pueblos" en la que venden en universidades bogotanas el producto de la siembra.

En 2016, "Semilla de esperanza, vida y paz" de la mano de Pavco Wavin, implementaron sistemas de riego por goteo en huertas en las localidades de Bosa, Kennedy y Soacha. Desde entonces, y con la asesoría permanente de la compañía, se ha logrado un desarrollo sustentable logrando para las familias el auto consumo, venta y trasformación de las plantas. 

"Ahora me siento afortunada y llena de expectativas porque nunca imaginé llegar a donde estoy. Con nuestra labor, estamos cambiando el pensamiento de los jóvenes, que, cuando conocen lo que hacemos, quieren ayudar y eso es vital para cambiar el mundo", afirma.

Hoy, esta mujer ve en su familia el resultado de más de 12 años de trabajo alimentario, en especial el menor de ellos, Mauro, quien ha venido superando una enfermedad que se manifestó en sus primeros años con la ayuda de los conocimientos en nutrición de su madre. A él, quien cursa séptimo grado, también le fascina el trabajo de la huerta. Como vigía ambiental, ayuda con las labores de riego en el colegio Carlos Albán de Bosa. 

Luz Dary es ejemplo en su comunidad. Muchos la ven como "la mujer tesa del barrio". Ella sonríe y menciona: "Una mujer sale adelante cuando quiere y está dispuesta trabajar. Estoy convencida de que, para progresar, no solo se debe esperar ayuda, hay que tener sentido de corresponsabilidad; Si te dan, Debes dar".