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En la Ciénaga de Ayapel, gracias a los pescadores, un manatí macho fue devuelto a su hábitat en un trabajo conjunto con Hocol, Fundación Alto Magdalanea, corporación CVS y la Fundación Omacha. Crece conciencia ambiental.

 

SINCELEJO.- "La felicidad es muy grande, el manatí pudo volver a su hogar natural y aunque queríamos traerlo para que la gente del pueblo lo viera, sabemos que lo mejor es que haya quedado en la ciénaga donde debe estar para ser feliz".

Este es el desenlace de la historia de un manatí macho devuelto a su hábitat el pasado 18 de marzo, gracias al trabajo conjunto de pescadores ayapelences, Hocol, la Fundación Alto Magdalena, la corporación CVS y la Fundación Omacha.

Marcos Vásquez, quien hace parte del grupo de pescadores artesanales que trabaja de la mano de la Fundación Omacha, cuenta que la historia empezó cuando se encontró a otros pescadores de la zona levantando un manatí con el chinchorro, con la intención de llevárselo para sacrificarlo y aprovechar su carne.

"Yo soy un protector de la especie, así que los persuadí y convencí de entregarlo, hasta que finalmente accedieron". Inmediatamente contactó a la investigadora Diana Bohórquez de la Fundación Omacha, quien llegó acompañada de Andrés Martínez, Edwin Contreras, Luis Rivera y Dani Miranda, residentes de Ayapel, quienes han participado activamente en los talleres y en las actividades de educación ambiental, además de estar capacitados en rescate de varamientos de manatíes.

Según Diana Bohórquez, los pescadores habían dejado el manatí amarrado a una rama dentro de la ciénaga en el sector de Palomar, así que fue fácil encontrarlo. Lo sacaron siguiendo el protocolo establecido para rescates y procedieron a tomar sus medidas y signos vitales. Este macho juvenil de 1.85 metros, afortunadamente estaba sano, sin evidencia de maltrato y sin que pasara más tiempo, lo trasladaron en una canoa al lugar donde lo habían capturado, en el sector de Patico.

Sembrando conciencia ambiental

El Complejo Cenagoso de Ayapel, segundo humedal más grande de Colombia declarado sitio Ramsar (humedal de importancia internacional), es también Distrito de Manejo Integrado, en el cual en los últimos años se han desarrollado procesos enfocados a la conservación del manatí. Estos siguen en curso gracias a talleres de educación ambiental y cartografía social con pescadores, niños y jóvenes del municipio que llevan a cabo la Fundación Omacha y Hocol, en alianza con la Fundación Alto Magdalena y el apoyo de la Corporación CVS.

Los resultados son notorios hoy cuando son los mismos pescadores, muchos de ellos ya capacitados en rescate de varamientos, participan para dar curso a la liberación de los manatíes. Una vez más se comprueba que la conservación solo es posible si trabajamos unidos comunidades, organizaciones de la sociedad civil y autoridades ambientales, apoyándonos en la capacidad humana, cultura y características sociales y ambientales de cada una de las zonas donde trabajan.

A quienes estén cerca de Ayapel, la fundación Omacha les hizo una invitación para acompañar a los pescadores locales este sábado 22, cuando se les hizo un reconocimiento especial por su labor ejemplar de protección ambiental.