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El gas es natural solo cuando se mantiene bajo el suelo, pero una vez liberado a la atmósfera es peligroso, tóxico y generador de calentamiento global. Un informe realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente sostiene que la explotación y desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo y gas debe detenerse ya, si se quiere cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

 

El gas natural no es una alternativa barata ni de bajas emisiones, sostiene el informe "¿Es el gas natural una buena inversión para América Latina y el Caribe?", realizado por el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), el cual se destaca que América Latina y el Caribe (ALC), con más de 650 millones de habitantes, es responsable del 8,1% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el 6,7% del producto interno bruto (PIB) mundial.

El sector energético de esta región, que incluye la energía eléctrica, la industria y el transporte, es responsable del 35,2% de las emisiones regionales de gases de efecto invernadero. Casi el 25% de esas emisiones proceden del sector eléctrico y alrededor del 70% corresponden al lado de la demanda, principalmente del transporte.

El informe de esta organización, difundido por la Agencia de Noticias Inn Context,  examina el papel del gas natural en la matriz eléctrica de ALC y lo que supondría su expansión actual y prevista. La región tiene uno de los sectores eléctricos más limpios, pero esto podría cambiar eventualmente debido a una creciente inversión en gas natural.

La región posee menos del 5% de las reservas mundiales de gas natural y representa el 7% de la producción. México, Brasil y Argentina están aumentando sus inversiones y explotación de combustibles fósiles, en particular de gas natural, mientras que muchos otros países están planeando nuevos proyectos de infraestructura de gas natural. Esto ocurre en medio de una perturbación global del mercado energético debido a la invasión de Rusia en Ucrania. Los precios del petróleo y el gas han alcanzado recientemente un máximo debido al conflicto, lo que ha suscitado la preocupación por la seguridad energética.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha argumentado que la explotación y desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo y gas debe detenerse ahora para para cumplir los objetivos del Acuerdo de París (AIE, 2021).

El gas natural solo es natural cuando se mantiene bajo suelo, señala el informe. Cuando se libera a la atmósfera es peligroso, tóxico y su potencial de calentamiento es unas 30 veces superior al del dióxido de carbono. Muchos sectores lo presentaron como un recurso abundante que puede sostener una producción eléctrica creciente mientras se eliminan otras fuentes contaminantes como el carbón y el diésel. Sin embargo, los datos incluidos en este informe sugieren que el gas natural no es una tecnología de transición, sino una regresión.

En concreto, este informe muestra que el gas natural no es ni un alternativa barata ni de bajas emisiones. En cambio, advierte que la expansión de las energías renovables propiciaría la recuperación económica que necesita la región en medio de la pandemia por COVID-19, ahorrando US$1.250 mil millones y contribuyendo a generar tres millones de puestos de trabajo para 2050, entre otros beneficios.

En 2019, los principales consumidores fueron Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, México, Trinidad y Tobago y Venezuela. Este último país, según los autores del informe, es el que tiene mayores reservas probadas de gas natural -alrededor del 70% de la región.

 

Lea informe completo en inglés: https://www.unep.org/resources/report/natural-gas-good-investment-latin-america-and-caribbean