Bogotá, abril 12 de 2013.- En las aguas del río Magdalena ya no se pesca el tradicional Capaz, con el que se prepara el famoso viudo en los restaurantes ribereños. Ahora, en lugar de Capaz se ofrece Capaceta, una especie de pez que se encuentra principalmente en el río Amazonas, que es carroñero y presenta altos niveles de mercurio, por lo cual constituye una grave amenaza para la salud de quienes lo consumen.

De acuerdo con el director de la Fundación Omacha, Fernando Trujillo, al grave riesgo de salud se suma lo que podría denominarse un “delfinicidio”, toda vez que los pescadores de Brasil y Perú, masacran no menos de 2.000 delifnes de río al año para utilizarlos como carnada del pez Mota.

En diálogo con Revista ECOGUIA, el director científico de la Fundación Omacha se mostró decepcionado por la poca atención que las autoridades ambientales colombianas le han prestado a este caso, por lo cual el pez Mota se sigue comercializando en el país sin ningún tipo de control.

El biólogo señaló que de una muestra de 100 peces tomados al azar, se hallaron concentraciones altísimas de mercurio, situación que tampoco ha sido tenida en cuenta por los organismos de salud en nuestro país, a pesar de que el 75% de mota pescado en territorio brasileño y peruano es comercializado en Colombia. Ante esta situación, Trujillo advirtió que en cuestión de ocho o 10 años se empezarán a detectar casos de malformaciones en recién nacidos y ya será demasiado tarde.

En un video denominado “El pulso del río” (https://www.youtube.com/watch”v=5bSTm4AilDg -), el equipo investigador de la Fundación Omacha muestra cómo en las faenas de pesca se utiliza la carne de los delfines rosados y grises para atraer el pez con el cual las grandes comercializadoras de pescado mantienen su negocio, ante la escasez de Bagre y Capaz precisamente por la sobreexplotación de estas especies.

La propuesta del director de la fundación ambiental es que el Gobierno decrete una veda para esta especie o que se generen otros controles de ingresos de este pez que causa doble daño: a la salud y al medio ambiente.