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El ministro británico de Energía y Cambio Climático, Ed Miliband, anunció una serie de medidas enfocadas hacia una economía verde baja en carbono, lo que implica la adopción a corto plazo de nuevas tecnologías limpias. En tal sentido, el funcionario anunció que en los próximos 15 años, su país debe haber disminuido por lo menos 34% de las emisiones que se liberaban en 1990. “Esto asegurará que en el año 2050 podamos cumplir nuestro objetivo de reducir 80% de los gases de efecto invernadero que producíamos en 1990”, aseguró.

Ed Miliband señaló en tal sentido que la edificación de la economía del Reino Unido con miras a un mejor futuro “debe basarse en una recuperación sostenible que use poco carbono”.

El ministro indicó, igualmente, que el avance en tecnologías limpias es tal vez el más necesario para enfrentar el desafío más crítico, es decir, el uso del carbón. “El futuro del carbón es uno de los dilemas más serios que encaramos: es un combustible contaminante, pero se usa en todo el mundo por su bajo costo y porque es lo suficientemente flexible para acomodarse a las fluctuaciones de la demanda de energía”.

En ese sentido, informó que ha presentado al Parlamento Británico los planes de Gobierno “para hacer la más grande demostración de la tecnología de captura y almacenamiento de carbono en el mundo”.

Las iniciativas incluyen el impulso a nuevos proyectos para demostrar la captura y el almacenamiento de carbono, no autorizar ninguna planta de energía nueva que funcione con carbón sin demostrar la captura de carbono desde el primer día, en cerca de 25 por ciento de lo que emite y un claro compromiso de que cuando se pruebe una nueva tecnología baja en carbono, las plantas de energía tendrán que adoptarla en 100 por ciento de su producción.

El ministro recordó que los beneficios de las nuevas tecnologías para la captura y almacenamiento del carbono, no son solo ambientales. “Hay claras oportunidades de negocios y de empleos en la tecnología verde, en la manufactura verde y en el suministro de energía verde”.

Dijo, finalmente, que el compromiso del presidente Barak Obma para encarar el cambio climática y los acuerdos de la última Cumbre del G-20, realizada en Lóndres en abril de ese año, muestra que una economía de bajo carbono tiene un horizonte de esperanza y no de desesperación. “El trabajo mancomunado entre todos los países permitirá que evitemos los peligros del cambio climático y que veamos la recuperación de nuestras economías de manera sostenible. Esta es la acción correcta que debemos emprender para las generaciones actuales y futuras".