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Bogotá, Agosto 3 de 2010.- Factores como el cambio climático están ocasionando que las garrapatas se apoderen de las tierras frías, con severos efectos para la producción ganadera, según lo revela una investigación que adelanta Corpoica con financiación del Ministerio de Agricultura. El trabajo, según informó el director ejecutivo de la Corporación, Arturo Enrique Vega Varón, está orientada a establecer la incidencia de la plaga y su posible control.

De acuerdo con el investigador líder del proyecto, Jesús Antonio Betancourt Echeverri, Ph.D., las garrapatas son consideradas el parásito externo que más perjuicios causa a la ganadería bovina. Por una parte, ocasionan disminución del apetito, irritación, anemia y daños en la piel. Adicionalmente, son transmisoras de microorganismos parásitos de la sangre causantes de la Tristeza o Fiebres de Garrapata, asociadas con fiebre, anemia, supresión de la producción de leche, altos costos en tratamiento y mortalidad.

Históricamente se ha considerado a la garrapata como una plaga de los bovinos de climas cálidos y medios. Sin embargo, el estudio actualmente en progreso en Corpoica indica que la Garrapata Común del Ganado puede establecerse en el Altiplano Cundiboyacense.

Así lo sugieren los estudios de Bioecología que están en marcha en siete altitudes diferentes, al igual que el hallazgo de la plaga en altitudes superiores a las anteriormente reportadas, lo cual puede estar relacionado con el fenómeno de calentamiento global.

Las investigaciones han incluido la visita a 107 fincas de 94 municipios del Altiplano Cundiboyacense, en cada una de las cuales se ha diligenciado una encuesta sobre percepción de la presencia del artrópodo, manejo de la infestación de los bovinos con la plaga y de la enfermedad clínica por hemoparásitos.

Igualmente, los estudios han permitido examinar bovinos para confirmar su infestación con garrapatas, colectar e identificar 744 especímenes de este parásito, tomar y procesar 3.026 muestras de sangre bovina para exámenes directos e indirectos que detectarán no sólo los hemoparásitos, sino las defensas (anticuerpos) contra los mismos.

Un aspecto novedoso de la investigación es el empleo de herramientas modernas como la georeferenciación de las fincas visitadas y la utilización de modelos basados en información climática, topográfica y vegetacional para determinar el hábitat adecuado para la garrapata y “predecir” su estatus en escenarios futuros.

Un taller internacional sobre este aspecto fue realizado en el Centro de Investigación Tibaitatá en junio pasado; para el primer semestre de 2011 se tiene previsto llevar a cabo otros eventos para socializar los resultados obtenidos con los estudios.

“En estos eventos se informará al productor sobre la posibilidad de establecimiento del parásito en el Altiplano, junto con los hemoparásitos causantes de la “Fiebre de Garrapatas”, lo mismo que sobre las severas implicaciones clínicas y económicas que esto puede representar para la producción del sistema de explotación lechero y los enfoques para un manejo racional del problema.