Imprimir

Bogotá, Mayo 8 de 2012.- A la fecha, 650 hectáreas del valle de Ubaté (Cundinamarca), las cuales abarcan una población 1.600 bovinos, están afectadas por cuenta del invierno.

Según Manuel Sanabria, gerente seccional del ICA Cundinamarca, los predios afectados se encuentran ubicados en el municipio de Ubaté, específicamente en las veredas Palogordo y Patera Centro, Sur y Norte, que registran una población de 1.000 bovinos aproximadamente; en el municipio Lenguazaque (veredas de Paicaguita y Siatama) con unas 300 cabezas; en el municipio de Guachetá (veredas Monroy y Ticha), con 100 bovinos, y en el municipio de Fúquene (veredas Tarabita y Capellanía) con un estimado de 200 animales.

Cota, municipio de Cundinamarca igualmente azotado por el invierno, cuenta con 400 cabezas de ganado afectadas y un reporte de nueve animales muertos.

Por el momento, una de las recomendaciones hechas por el gerente de la seccional Cundinamarca a los ganaderos, es que una vez trasladado el ganado sin la expedición de las GMSI, decisión que se ve justificada por la emergencia que se presenta, deben hacer el reporte al ICA sobre el destino de los ejemplares para que el Instituto pueda proceder a realizar las pruebas diagnósticas y verificar la condición de enfermedades como brucelosis y tuberculosis.

Frente al tema, y con el fin de continuar con el manejo del ganado en estos días de lluvias e inundaciones, el ICA hace las siguientes recomendaciones adicionales:

- Controlar la proliferación de plagas como garrapatas, piojos, roedores y cualquier tipo de vector, por medio de la revisión y el adecuado funcionamiento de desag?es, canales y sifones.

- Evitar el paso de roedores y reptiles a los sitios de alojamiento de los animales, mediante la utilización de barreras y rejillas.

- Mantener limpios de escombros y de objetos inservibles las instalaciones pecuarias.

- Almacenar, conservar y distribuir adecuadamente los alimentos para consumo animal, pues si se humedecen se pueden deteriorar y contaminar con hongos y toxinas.

- Movilizar a los animales hacia sitios seguros en los que se disponga de alimentos y agua.

- Atender oportunamente los ejemplares enfermos.

- Llevar a cabo los planes de vacunación de enfermedades de control oficial como fiebre aftosa y brucelosis, una vez que las condiciones climáticas así lo permitan.

- Estar alerta frente a la posible aparición de brotes de enfermedades infecciosas y buscar asesoría del ICA o de la autoridad municipal en caso de detectar una situación que pueda llegar a afectar gravemente la salud del ganado.

- El ICA, en función de sus responsabilidades de protección sanitaria, está dispuesto a brindar el apoyo necesario para asistir a los ganaderos.