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En el país hay 31 702 humedales, claves para regular los ciclos hídricos y conservar la biodiversidad, que también se encuentran en riesgo por las actividades humanas. Colombia cuenta con 9 de estos ecosistemas categorizados como sitios Ramsar, por su importancia estratégica.

BOGOTÁ.D.C.- Con una pérdida del 35% a nivel mundial en los últimos 50 años, los humedales representan uno de los ecosistemas más amenazados, según lo advierte la Organización de Naciones Unidas (ONU), al asegurar que estos están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.

En el Día Mundial de los Humedales, que se conmemora el 2 de febrero, la organización mencionó que entre las actividades humanas que provocan la pérdida de humedales están el drenaje y relleno para usarlos en agricultura y construcción, la contaminación, la pesca excesiva y la sobreexplotación de recursos, las especies invasoras y el cambio climático, señala la organización internacional. Y agrega que este círculo vicioso de desaparición de humedales, medios de sustento amenazados y agudización de la pobreza es el resultado de ver equivocadamente a los humedales como simples terrenos baldíos en lugar de considerarlos fuentes de vida, empleos, ingresos y servicios ecosistémicos esenciales. Uno de los retos clave pasa por cambiar la mentalidad de la gente y alentar a los gobiernos y a las comunidades a valorar y priorizar los humedales.

En Colombia, humedales como la laguna de la Cocha, en Nariño; el complejo de la estrella fluvial de Inírida, en el Guainía, la Laguna del Otún y el complejo de humedales de Bogotá, son considerados sitios Ramsar. Esta designación supone la conservación y el suministro de servicios ecosistémicos que garanticen el uso sostenible, la migitación de gases efecto invernadero y la adaptación frente al cambio climático, explica el instituto Humboldt. No obstante, advierte que para que esto sea posible, más allá del reconocimiento internacional son necesarias acciones locales que garanticen su gestión.

En Bogotá, la secretaría de Ambiente, Adriana Soto, lideró una jornada de liberación de tinguas, torcazas, mirlas blancas y un gavilán alihancho en la Reserva Distrital del Humedal La Conejera, un pulmón natural en la localidad del Suba, que limita con el río Bogotá y sirve de conexión entre los Cerros Orientales, el humedal, la reserva Thomas van der Hammen y el principal río de la ciudad.

"Los humedales son fundamentales para la regulación del agua: en época de sequía retienen el agua para poderla liberar de forma regulada y estratégica a los sistemas naturales que lo necesitan, y en época de lluvias intensas, esos ecosistemas lo que hacen es que regulan el exceso de agua de manera muy eficiente. Estos sistemas de humedales son fundamentales para el fenómeno del cambio climático, son los riñones de la ciudad, son vitales en la medida en que garantizan el balance hídrico", agregó la secretaria de Ambiente.

Bogotá cuenta con 17 Reservas Distritales de Humedales reconocidas que alcanzan un total de 901 hectáreas. 11 de estos ecosistemas conforman desde 2018 el Complejo de Humedales Urbanos reconocidos por Ramsar. Los humedales de la ciudad son Torca y Guaymaral, La Conejera, Córdoba, Tibabuyes o Juan Amarillo, Jaboque, Santa María del Lago, El Burro, La Vaca, Capellanía, Tibanica, El Tunjo, La Isla, de Techo, El Salitre, Meandro del Say, Tingua Azul y Hintyba-Escritorio.