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A partir del 16 de diciembre de 2023, la biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA) -del Banco de la República- abrirá al público la exposición El Magdalena: una cuenca posible, para conocer más sobre esta cuenca única, no solo por marcar el curso del río interandino de mayor longitud, sino por su extraordinaria diversidad geológica, climática, paisajística y cultural.

 

BOGOTÁ D.C.- La exposición será inaugurada el próximo sábado 16 de diciembre con la conferencia El Magdalena: una cuenca posible, que dictará Germán Ferro, antropólogo y curador del Museo del Río Magdalena, en el centro de eventos de la Biblioteca Luis Ángel Arango a las 10:00 a. m., con entrada gratuita.

Con la curaduría de Efraín Sánchez, sociólogo y doctor en Historia Moderna Latinoamericana (Universidad de Oxford), la exposición pone acento en la idea de cuenca hidrográfica, para entender el Magdalena y su territorio como un sistema en el que la explotación de sus riquezas a lo largo de los siglos ha producido considerable impacto en sus ecosistemas.

En 11 secciones, la exposición presenta una visión de conjunto de la cuenca del Magdalena como un sistema complejo, y a la vez delicado, sobre el cual inciden nuestras acciones, incluso las más cotidianas, como el uso que hacemos del agua, el aire y la tierra. Una parte importante de las secciones está dedicada a presentar los aspectos físicos de la cuenca, desde su historia geológica hasta la complejidad actual de sus ecosistemas. Las secciones restantes se concentran en la geografía humana de la cuenca, partiendo de su poblamiento a lo largo de los siglos, la forma como hemos explotado sus recursos, las redes de comunicaciones que se concentran en este territorio y las defensas institucionales y sociales que se han erigido para hacer frente a sus conflictos.

La última parte de la exposición, sobre el futuro del río Magdalena, presenta al visitante la importancia de los cambios culturales. La cuenca del Magdalena enfrenta retos formidables a corto y mediano plazo, y sin duda la clave para solucionarlos está, en primer término, en la cultura. Comportamientos como los relacionados con el uso del agua y la energía, la disposición de desechos, la deforestación, la explotación minera, la pesca, las actividades agrícolas y ganaderas, tienen fundamentos culturales que pueden identificarse y, más importante aún, transformarse cuando sus efectos sociales, económicos o ambientales no son los deseables o no son sostenibles.

Las inmensas riquezas naturales de la cuenca del río Magdalena han traído consigo el desarrollo del país, pero también la han convertido en escenario de grandes conflictos y dilemas. Uno de ellos es la tensión entre la explotación económica y la sostenibilidad ambiental. La exposición El Magdalena: una cuenca posible hace énfasis en la transformación que estos hechos han supuesto sobre los ecosistemas de la cuenca, llamando la atención sobre el impacto que ha tenido el uso y la explotación de sus riquezas durante siglos, y especialmente en las últimas décadas.

La superficie total de la cuenca del Magdalena es de 257.000 kilómetros cuadrados, que corresponden a algo menos de la cuarta parte del territorio continental de Colombia.

El río Magdalena tiene una longitud de 1.540 kilómetros y el caudal en su desembocadura es de 7.000 metros cúbicos por segundo en promedio, suficientes para llenar dos piscinas olímpicas cada segundo. Por su parte, el río Cauca tiene una longitud de 1.350 kilómetros y es el principal afluente del Magdalena.

Los factores que explican la extraordinaria diversidad física y biológica de Colombia en general, y de la cuenca del Magdalena en particular, son su localización en la zona intertropical del planeta y la presencia de la cordillera de los Andes.

En la cuenca del Magdalena habita el 77 % de la población del país, se genera el 80% del producto interno bruto (PIB) nacional, y allí se encuentran las cuatro mayores ciudades de Colombia —Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla— además de otras capitales de departamento.

En esta cuenca se produce el 70 % de los cultivos agrícolas, incluido el 90 % de las de café, y se genera la mayor parte de la energía eléctrica del país: 70 % de la energía hidroeléctrica y 95 % de la termoeléctrica.

En la cuenca del Magdalena se han contabilizado más de 13.000 especies de plantas y más de 3.000 animales. Sin embargo, especies como el mono araña, el caimán aguja o el manatí del caribe pueden desaparecer.

Entre 1980 y el 2000 el área de bosques de la cuenca descendió de 46 a 27 %

La exposición, que se inaugura el próximo sábado 16 de diciembre de 2023 estará abierta al público hasta el 3 de julio de 2024 y es una oportunidad para conocer más sobre la extraordinaria diversidad física y biológica de la cuenca, como sobre las tensiones que se ciernen sobre ella. Es una reflexión que nos interesa a todos, pues en nuestras manos está la facultad de que el río Magdalena y su cuenca sigan siendo un territorio posible para Colombia y para el mundo.