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Este producto, que está listo para pruebas de campo, mitigaría los impactos del hongo Colletotrichum acutatum, uno de los causantes de la antracnosis y el segundo que genera más daño en estos cultivos.

 

PALMIRA (Valle).- Investigadores de la Universidad Nacional identificaron cuatro bacterias que inhibieron la pudrición hasta en un 90 % de fresas en pruebas de laboratorio, por lo que representan una alternativa de control biológico frente al uso de pesticidas en la producción de esta fruta. 

En este cultivo no había antecedentes de control del hongo por medio de bacterias y que lograra tal nivel de antagonismo e inhibición", asegura el ingeniero agronómico Andrés Felipe Zambrano Tascón, quien determinó el hallazgo. 

Aunque el hongo marchita las hojas de las plantas, su principal afectación se manifiesta en el fruto, al que deja inservible para la venta. 

El fungicida se podría aplicar con cuatro atomizadores, uno para cada bacteria, que cumplan con parámetros de esterilización como los diseñados para los estudios de laboratorio. Con una serie de disparos de una solución de agua y bacterias, también esterilizada, se lograría el efecto preventivo.

En los laboratorios de la U.N. Sede Palmira trabajó en los aislamientos tanto del hongo que extrajo de los frutos como de las bacterias obtenidas de hojas y peciolos sanos. 

Los ejemplares de Colletotrichum acutatum se dispusieron en cajas de Petri en un medio de cultivo PDA (papa, agar, dextrosa), mientras que las bacterias se sembraron en un medio agar nutritivo. 

De una de las cajas se obtuvo una espora del hongo, que se depositó en un nuevo medio de cultivo y se dispuso en una incubadora a 27 oC, condiciones ideales para que crezca rápido y de manera abundante. Siete días después se habían obtenido 40 copias de la espora listas para las pruebas de antagonismo. 

Después de sembrar las bacterias se diferenciaron por su color y sus estructuras para separarlas en diferentes placas. El proceso permitió obtener 15 bacterias diferentes y 12 ejemplares de cada una. 

Para establecer los índices de inhibición y antagonismo se tomaron como referencia investigaciones realizadas en Brasil y Alemania. "En las placas con medio PDA, donde crecían los hongos, trazamos una línea con las bacterias. Si el hongo empezaba a dirigir su crecimiento en otra dirección significaba que había antagonismo. En seguida medíamos el crecimiento de Colletotrichum acutatum para determinar la inhibición", detalla el investigador. 

Los indicadores cuantitativos fueron analizados con el programa Imagej, que permite las mediciones, a partir de los cual se establecieron las cuatro bacterias que realizaban antagonismo, y se determinó su género y su especie.