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En esta zona de reserva, ubicada en el departamento del Meta, habría más de 10 mil cabezas de ganado y cultivos de coca qu superan las mil hectáreas.

 

 BOGOTÁ D.C.–La deforestación de bosques en el Parque Nacional Natural Tinigua y su reemplazo por cultivos ilícitos o actividades que han ampliado la frontera agrícola afectan a esta área de reserva que supera las 215.000 hectáreas, ubicada entre los municipios de La Uribe y La Macarena, en el departamento del Meta.

Así lo determinó un estudio adelantado por estudiantes de la Universidad Nacional, cuyos resultados fueron publicados por la Agencia de Noticias de esa institución.

Aunque el Parque Tinigua es una de las áreas protegidas del país, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en los primeros tres meses del año perdió más de 5.600 hectáreas de bosque por causa de la deforestación.

Según los hallazgos de esta investigación, la ocupación de territorios por familias desplazadas, a raíz del fortalecimiento de grupos armados, también ha influido en la deforestación.

“Antes, cuando las FARC se encontraban es esta zona, la estructura se conservaba un poco más, ya que no permitían el uso de estos territorios con otros fines y era un tipo de autoridad local. Ahora, las disidencias de este grupo y de otros han tomado el control de la zona y han amenazado a las autoridades ambientales”, advierte el estudio.

Esta reserva protegida hace parte del Área de Manejo Especial La Macarena, creada en 1989, en la que también están los parques Cordillera de los Picachos, Sierra de La Macarena y Sumapaz. Los ríos Guayabero, Guaduas, Perdido y Duda, que cruzan por el parque, forman el río Guaviare y la macrocuenca del Orinoco. 

El equipo investigador constató el grave deterioro del parque, a través de fotos satelitales. “Hay unas zonas grandes que se han tomado y así se ha extendido la frontera agropecuaria, donde pueden estar más de 10 mil cabezas de ganado, aunque el suelo no sea el más apto para esta actividad, sino para modelos agroforestales”, comenta uno de los estudiantes.

Funcionarios de Parques Nacionales consideran que el cultivo de la hoja de coca ha superado las mil hectáreas. Una de las razones radica en que en estas zonas no se puede fumigar con glifosato, ya que esto ocasionaría daños en los ecosistemas.   

La situación de pobreza también juega un papel importante en esta zona, asegura el investigador. “Los informes anuales que generan las alcaldías de municipios como La Uribe muestran que la pobreza multidimensional en esta zona está entre el 50 y 75 %. La Macarena es quizá el único municipio que sale bien librado por la influencia del turismo y el petróleo”.

La idea es hacer una mirada transdisciplinaria de la situación de Tinigua frente a lo que quedó escrito en el Acuerdo de Paz.