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Un bosque sembrado por los atletas será uno de los mayores legados ambientales de los actuales Juegos Olímpicos que se cumplen en Río de Janeiro. Durante la ceremonia de inauguración, todos los deportistas llevaban consigo una semilla con lo que se garantiza la siembra de un sinnúmero de especies nativas de Brasil. En esta ocasión, los aros olímpicos también fueron inspirados en la vegetación que tanto necesita el planeta para evitar el calentamiento global.

La sostenabilidad está presente en diversos momentos de la organización de los Juegos Rio 2016. Desde la inaguración, con la preservación de las semillas que portaron los deportistas participantes de los difernetes países acompañados por la especie que será sembrada, los organizadores de los Juegos mostraron un alto grado de responsabilidad ecológica e hicieron un llamado mundial por la preservación de la naturaleza.

Según el comité organizador de estas competencias, la meta es entregar Juegos responsables con el medio ambiente y las personas.

El Comité Rio 2016 estableció un patrón de compromiso insertando la sostenibilidad en el ADN de la organización de los Juegos a través del movimiento de la economía local, la diversidad entre los colaboradores, la protección de fauna y flora locales y el cuidado para bajar al máximo las emisiones de gas carbónico, lo que se vio incluso en la llama olímpica, que en esta oportunidad fue de menor tamaño.