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Después de conocer el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que concedió el derecho de hábeas corpus a favor del oso de anteojos llamado Chucho, el Zoológico de Barranquilla anuncia recurso para evitar traslado del animal. Corpocaldas, por su parte, citará a reunión para definir el sitio más idóneo de reubicación.

 

BARRANQUILLA.- El zoológico de Barranquilla, que recibió un oso de anteojos macho, proveniente de la Reserva Natural Río Blanco, en el departamento de Caldas, lugar en el que vivía en cautiverio desde hace más de 19 años, se mostró respetuoso con el fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordena reubicar al animal, está evaluando la posibilidad de utilizar mecanismos legales para garantizar el bienestar del oso, bajo la premisa de que esta es una entidad idónea para alojarlo.

Según las directivas del zoológico, el oso Chucho, que nació en cautiverio en la Reserva La Planada, ubicada en Nariño, y que posteriormente fue trasladado a Manizales, no puede ser liberado bajo ninguna circunstancia, teniendo en cuenta que se encuentra habituado al contacto humano desde su nacimiento y siempre ha dependido de las personas para subsistir. 

En tal sentido, la entidad aclara que los animales criados en contacto cercano con personas no son aptos para ser devueltos al medio silvestre, pues perciben a los humanos como proveedores de alimento y no como una amenaza. Adicionalmente, no desarrollan habilidades naturales y sociales para interactuar con otros individuos de su especie y con su hábitat natural.

Un oso de anteojos sin temor a los humanos será más susceptible de entrar en conflicto con comunidades rurales. En este sentido, los zoológicos y acuarios sirven de apoyo a las autoridades ambientales, acogiendo animales que cumplen un rol para reforzar sus actividades de educación ambiental.

Vale la pena recordar que cumpliendo con el protocolo establecido por la Resolución 2064 de 2010, la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) autorizó el traslado del oso desde abril de este año, con el objetivo de mejorar sus condiciones de bienestar, luego de evaluar por espacio de cuatro meses diferentes opciones de reubicación.

El concepto técnico emitido por Corpocaldas, mediante el cual se autorizó el traslado del oso al Zoológico de Barranquilla, reconoce la necesidad de mejorar el cuidado y el manejo veterinario y nutricional del animal, así como de convertirlo en un embajador de su especie, en el marco de los programas de educación para la conservación liderados por el Zoológico.

De acuerdo con la información del zoológico, desde su llegada a Barranquilla, el oso cumplió un período de cuarentena, con el fin de garantizar su estado de salud. "El ejemplar se encuentra actualmente en buenas condiciones y ha mostrado una rápida adaptación a su nuevo entorno. Adicionalmente, ha respondido positivamente al acercamiento con la hembra de la misma especie, que habita en el Zoológico desde 1999", señala el comunicado oficial. 

Este 27 de julio, la Fundación fue notificada del fallo de la Corte Suprema de Justicia que concedió el derecho de hábeas corpus a favor del oso, pero segùn el zoológico, no se hace claridad sobre el lugar a donde debe trasladarse, y suspendiendo el proceso de adaptación y acercamiento del oso con la hembra.

Para los ambientales, el fallo del alto tribunal es un positivo referente jurídico de protección y respeto a los derechos de los animales, como seres sintientes. No obstante, Farah Ajami Peralta, Directora Ejecutiva de la Fundación, manifestóque la protección animal no implica que los animales sean sujetos de derechos, sino que más bien les impone a los humanos obligaciones para garantizarlos. En cuanto al hábeas corpus, aclara que es un mecanismo de protección de la libertad de las personas, exclusivamente, y que se utiliza de manera equivocada el concepto de cautiverio como sanción, cuando éste es un mecanismo de protección.

Corpocaldas, por su parte, señaló que respeta y acata el fallo de la Corte, por lo cual se dispone a convocar a una reunión interinstitucional, con el fin de evaluar y determinar el sitio más apropiado para resguardar a Chucho.