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Oscar Majé,  un campesino de la vereda La Reserva, del municipio de Pitalito (Huila) entregó voluntariamente  a las autoridades  un oso perezoso de dos dedos  (Choloepus hoffmani),  luego de que el animal llegara hasta su finca, al parecer buscando refugio por cuanto su madre posiblemente habría sido cazada por desconocidos.

NEIVA.- Luego de percatarse de la presencia de un oso perezoso en su finca, el labriego Oscar Majé se comunicó con la línea de emergencia 123 y uniformados del Escuadrón Móvil de Carabineros de la Policía Nacional llegaron hasta su vivienda para recoger la especie que que posteriormente fue trasladada a las instalaciones de la Dirección Territorial Sur de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, donde recibió atención inmediata por parte de los médicos veterinarios.

“El pequeño animal llegó a mi vivienda donde lo revisamos y encontramos que estaba en buen estado de salud, pero nos dio miedo liberarlo en la reserva de la finca, porque podía correr peligro por culpa de los cazadores que llegan a la zona”, sostuvo Óscar Majé.

Luego de valorar su estado de salud y determinar que contaba con las condiciones aptas para sobrevivir en un hábitat natural, profesionales de la CAM liberaron al animal en un área protegida del sur del Huila.

Al juvenil de oso perezoso se le revisaron los signos vitales, su peso, medidas y fue examinado por veterinarios y biólogos, quienes diagnosticaron que el ejemplar estaba en óptimas condiciones motrices y nutricionales, por lo cuál fue liberado al interior del Parque Natural Regional corredor biológico Guacharon –Puracé, en el sur del Huila, donde podrá continuar con su ciclo de vida.

El humilde campesino dijo que  “este es un mundo para todos y no es justo que como humanos no respetemos la naturaleza. Debemos cambiar de mentalidad y respetar el medio ambiente”.

Los osos perezosos son mamíferos completamente adaptados a la vida en los árboles. De hecho, pasan todo el tiempo agarrados a ramas y troncos, ayudados por sus poderosas garras. Permanecen largos ratos inmóviles y cuando se desplazan suelen hacerlo de manera lenta; esto hace que sea muy difícil descubrirlos entre el denso follaje.

Así mismo, estos ejemplares prefieren estar cobijados por la oscuridad de la noche para iniciar sus actividades y salir a comer las hojas, flores y frutos que hacen parte de su dieta. Por esto, aún en sitios donde son muy comunes, los perezosos rara vez son vistos.

Por otra parte, funcionarios de la Red Contra al Tráfico de Fauna y Flora de la CAM rescataron un mono churuco (Lagothrix lagotricha) en la vereda Sinaí del municipio de Guadalupe. 

El animal permanecía en cautiverio en una vivienda de la zona. Debido a su alto estado de improntación, fue enviado hasta el Centro de Atención y Valoración Animal de la Corporación en el municipio de Teruel, donde se inició un proceso de rehabilitación tendiente a lograr su adaptación a la vida silvestre.