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El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), Luis Gilberto Murillo, radicó en el Congreso de la República el proyecto de Ley de Cambio Climático, que se suma al de reservas forestales, radicado en días anteriores.

 

BOGOTÁ D.C.- El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible radicó en el Congreso de la República el proyecto de Ley que permitirá avanzar en una senda de desarrollo resiliente al clima y baja en carbono, que reduzca los riesgos del cambio climático y permita aprovechar las oportunidades que este genera.

El Ministro de Ambiente explicó que esta iniciativa “nos da las herramientas para implementar los compromisos en el marco del Tratado de París. El proyecto establecerá las directrices para la gestión de cambio climático, e incluye decisiones tanto públicas como privadas para involucrar a los actores relevantes en la gestión del cambio climático”.

Dentro del actual Plan Nacional de Desarrollo, el gobierno asumió el compromiso de generar instrumentos que orientaran las acciones necesarias para gestionar la adaptación al cambio climático de los territorios y la mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Entre otros, este proyecto de Ley hace parte de estos instrumentos junto a la recientemente lanzada Política Nacional de Cambio Climático.

Por medio de esta Ley, también se definen nuevos arreglos institucionales y se articulan diferentes instrumentos ya existentes que permitirán ampliar y fortalecer el diseño institucional del Estado, que se encargará de la gestión del cambio climático, avanzando en la articulación de los actores públicos y privados, orientando la acción, definiendo funciones y creando instrumentos con este propósito. También permitirá institucionalizar y posicionar como referencia general el compromiso adquirido por Colombia ante la convención marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático, conocida como “Contribución Nacionalmente Determinada”, que incluye la meta de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero en un 20% para el año 2030 y en un 30% con el apoyo de la cooperación internacional, así como acciones orientadas a lograr la adaptación al cambio climático.

Esta Ley, según el MADS, define a la recientemente establecida Política de Cambio Climático como el referente nacional y ubica también a las estrategias nacionales, que han venido siendo impulsadas desde hace varios años, dentro del panorama de instrumentos.

Igualmente institucionaliza los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático, tanto territoriales como sectoriales, y los convierte en la guía que deberán seguir las entidades territoriales, las corporaciones autónomas regionales y las entidades del nivel nacional para la implementación de sus acciones.

En cuanto a la incidencia de la gestión del cambio climático dentro de la planeación del desarrollo y el ordenamiento del territorio, la Ley define que esta deberá ser tenida en cuenta dentro de los planes de ordenamiento y de desarrollo, además de los otros instrumentos relacionados. También establece incluir la gestión del cambio climático en los proyectos de inversión pública y articula la adaptación a los efectos del cambio climático con la gestión de riesgos, con el propósito de evitar ambigüedades y dobles esfuerzos.

El proyecto de Ley también prevé la creación de instrumentos económicos y financieros para la gestión del cambio climático. “En este sentido, se establece un programa nacional de cupos transables. Es decir que se generará un mercado de emisiones que va a traer más recursos privados para cumplir con nuestras metas ambientales y sobre todo, nuestras metas de cambio climático en materia de mitigación de GEI”, explicó el jefe de la cartera ambiental.

El Ministerio aseguró que para la construcción de esta Ley se tuvieron en cuenta diferentes actores nacionales, territoriales y a las entidades pertenecientes a la Comisión Intersectorial de Cambio Climático.

Los retos para el desarrollo de esta Ley serán lograr una articulación de esfuerzos, actores, recursos y propósitos en toda la nación, así como incluir dentro de los modelos del desarrollo la adaptación al cambio climático y la reducción de las emisiones de GEI.

Finalmente también es un reto aportar como país a la gestión del fenómeno que es considerado como el mayor desafío de la especie humana.