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La tasa mundial de deforestación en zonas tropicales sigue siendo alarmante. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, se calcula que en la actualidad se están talando hasta 14.8 millones de hectáreas al año, lo que convierte a esta práctica en la causante de casi la quinta parte de las emisiones mundiales de gases efecto invernadero, una proporción mayor a la que genera todo el sector del transporte.

Con base en estas cifras, el organismo internacional asegura que “reducir 50% las tasas de deforestación para 2050 y mantenerlas en ese nivel hasta 2100, evitaría la emisión directa de hasta 50 gigatoneladas (Gt) de carbono en este siglo.

Se considera que los bosques tropicales son sumideros de carbono, toda vez que absorben alrededor de 1.3 Gt de carbono al año en todo el mundo, de acuerdo con investigaciones recientes.

Se calcula que los bosques de este tipo en América Central y del Sur absorben alrededor de 0.6 Gt de carbono; en África, poco más de 0.4 Gt, y en Asia, alrededor de 0.25 Gt. En total, la absorción de carbono equivale a aproximadamente 15 por ciento de las emisiones de carbono antropogénicas.

El informe del PNUMA señala, además, que las técnicas mejoradas de tala de árboles pueden reducir las pérdidas de carbono alrededor de 30 por ciento en comparación con las técnicas convencionales.

Achim Steiner, Subsecretario General de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del PNUMA, afirmó al respecto que “se destinan decenas de miles de millones de dólares a la captura y el almacenamiento de carbono en centrales eléctricas, mediante la inyección de CO2 bajo tierra o bajo el mar, pero quizá la comunidad internacional está soslayando un método que ha funcionado con demostrada eficacia por milenios: la biosfera”. El alto vocero manifestó que según algunos cálculos, con las señales adecuadas del mercado, los sistemas vivientes del planeta podrían ser capaces de secuestrar más de 50 gigatoneladas (Gt) de carbono en las próximas décadas”.

“Esto también coincide con la iniciativa Economía Verde del PNUMA, pues por el mismo dólar, euro, peso o yuan no sólo estamos combatiendo el cambio climático. En potencia, también estamos generando beneficios adicionales en el plano económico, ambiental y de desarrollo derivados de la mejora de las reservas de agua, la estabilización del suelo y las perspectivas para la biodiversidad, junto con nuevos tipos de empleos respetuosos del medio ambiente en la gestión y la conservación de los recursos naturales”, agregó.

El informe de Naciones Unidas, señala, de otra parte, que el sector agrícola podría ser neutro en emisiones de carbono para 2030, lo que equivaldría a 6 Gt si hubiera una amplia adopción de prácticas de gestión sustentables, como evitar la remoción del suelo y usar nutrientes naturales como composta y estiércol. Se pueden secuestrar hasta 6 Gt de CO2 equivalente al año para 2030, cantidad comparable con las emisiones actuales del sector agrícola.

Muchas de las prácticas agrícolas que almacenan más carbono se pueden aplicar con un costo menor o nulo. La mayor parte de este potencial (70 por ciento) puede realizarse en los países en desarrollo, concluye el informe.