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El mundo destina cerca de US$20.000 millones cada año a subsidios que contribuyen directamente a la sobrepesca, con lo cual estamos pagando para destruir el mundo azul del que muchos dependemos, advirtió el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, Erik Solheim, quien apoyó el llamado de la Unctad, y la FAO para poner fin a estos auxilios, considerados dañinos.

NAIROBI, Julio 23 de 2016 – El Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, Erik Solheim, emitió una declaración en apoyo al llamamiento de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Unctad, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, para poner fin a los subsidios de pesca dañinos.

“A lo largo de la historia, los mares y océanos han apoyado la vida en nuestro planeta. Hemos visto estas grandes masas de agua casi como infinitas e inagotables, porque nuestra imaginación no podía comprender su escala. Ahora las conocemos mejor”, señaló el alto ejecutivo de la organización internacional.

Al respecto, manifestó que el medio marino se enfrenta a crecientes amenazas como la contaminación, la basura y, lo más relevante hoy en día, la sobrepesca. “Casi un tercio de todas las poblaciones de peces están siendo objeto de sobrepesca, amenazando la salud de nuestros mares y océanos y su capacidad para sustentar la vida humana”, subrayó en su misiva.

Recordó que sorprendentemente, el mundo destina aproximadamente 20 mil millones de dólares cada año a subsidios que contribuyen directamente a la sobrepesca. “No nos estamos disparando en el pie, sino que estamos pagando a alguien para hacerlo, para destruir el mundo azul del que muchos dependemos”, precisó.

El directivo recordó que el Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre la salud de los océanos hace un llamamiento para prohibir dichas subvenciones para el año 2020. “No deberíamos esperar tanto tiempo. Actuar de manera decidida para poner fin a los subsidios perjudiciales y poner freno a la sobrepesca tan pronto como sea posible beneficiará a todos, incluyendo a los propios pescadores”, sentenció.

Finalmente, el director del PNUMA sostuvo que “el tiempo de pensar a corto plazo se tiene que acabar si queremos asegurar la salud humana y la prosperidad en los siglos venideros. Después de todo, si no quedan peces en el mar, no habrá industria pesquera".