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“Colombia es una Nación bendecida de muchísimas maneras; la naturaleza pródiga no sólo permite la admiración por su belleza, sino que también invita a un cuidadoso respeto por su biodiversidad” (Fotos: SIG).

 

BOGOTÁ.- Lo dijo en Bogotá, ante el Presidente de Colombia, ante los miles de jóvenes que lo ovacionaron en la Plaza de Bolívar y el más de un millón de personas que se congregó en el parque Simón Bolivar, en Bogotá. Y lo repitió en Villavicencio: Colombia es el segundo País del mundo en biodiversidad y, al recorrerlo, se puede ver qué bueno ha sido el Señor…

Claro, el Papa Francisco también se refirió a la rica calidad humana de nuestras gentes, “hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso; personas con tesón y valentía para sobreponerse a los obstáculos”.

En su mensaje ambiental hizo especial referencia a la Amazonia, esa inmensa región que sobrepasa los límites geográficos, “es para todos nosotros una prueba decisiva para verificar si nuestra sociedad, casi siempre reducida al materialismo y pragmatismo, está en grado de custodiar lo que ha recibido gratuitamente, no para desvalijarlo, sino para hacerlo fecundo”, señaló el Sumo Pontífice.

Al respecto, hizo alusión a las comunidades indígenas que durante generaciones han cuidado de manera sostenible los recursos naturales: “Pienso, sobre todo, en la arcana sabiduría de los pueblos indígenas amazónicos y me pregunto si somos aún capaces de aprender de ellos la sacralidad de la vida, el respeto por la naturaleza, la conciencia de que no solamente la razón instrumental es suficiente para colmar la vida del hombre y responder a sus más inquietantes interrogantes”.

El Papa Francisco invitó a “no abandonar a sí misma la Iglesia en Amazonia”, porque “la consolidación de un rostro amazónico para la Iglesia que peregrina aquí es un desafío de todos ustedes, que depende del creciente y consciente apoyo misionero de todas las diócesis colombianas y de todo el clero”.

“He escuchado que en algunas lenguas nativas amazónicas para referirse a la palabra “amigo” se usa la expresión “mi otro brazo”. Sean por lo tanto el otro brazo de la Amazonia. Colombia no la puede amputar sin ser mutilada en su rostro y en su alma”, puntualizó el Santo Padre.

Los árboles están llorando.

En Villavicencio, el Papa Francisco se refirió también a la riqueza natural de Colombia y acudió a la letra de una canción de Juanes para subrayar que hay que cuidarla: "En este entorno maravilloso, nos toca a nosotros decir sí a la reconciliación; que el sí incluya también a nuestra naturaleza", expresó y recordó la canción de Juanes: “Los árboles están llorando, son testigos de tantos años de violencia. El mar está marrón, mezcla de sangre con la tierra”.

En su mensaje a las víctimas del conflicto que se congregaron en la puerta del Llano, indicó que "la violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes". "Este hermoso país, Colombia, tienen mucho de estos escenarios humanos presentados por el Evangelio. Aquí se encuentran multitudes anhelantes de una palabra de vida, que ilumine con su luz todos los esfuerzos y muestre el sentido y la belleza de la existencia humana. Estas multitudes de hombres y mujeres, niños y ancianos habitan una tierra de inimaginable fecundidad, que podría dar frutos para todos", expresó el Sumo Pontífice, en otro de sus profundos mensajes dejados al pueblo colombiano que desde Bogotá, Villavicencio y Medellín han salido ha expresarle un masivo respeto por sus palabras, por sus reflexiones y por todos estos mensajes que va dejando a su paso y que reviven la esperanza en un mundo mejor.