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La primera central eléctrica solar financiada con acciones vendidas a los ciudadanos chilenos, generará inicialmente 10 kilovatios, que en un 75% se dedicarán al autoconsumo, en tanto que el 25% restante será incorporado a la red de distribución nacional.

SANTIAGO (Chile) (IPS) - Este país suramericano, con cerca de 18 millones de habitantes, tiene proyectos por 9.000 millones de dólares en el área de las energías renovables no convencionales (ERNC) durante los próximos cuatro años, en un esfuerzo para romper su alta dependencia de los combustibles fósiles, que aún generan más de 55 % de la electricidad.

La Agenda de Energía, establecida en 2014 por la presidenta socialista Michelle Bachelet, cuenta con la participación de inversores internacionales, grandes compañías eléctricas, los determinantes sectores de la minería y la agricultura y la academia.

Ahora se suman los ecologistas, con el primer proyecto para incorporar a los ciudadanos en la producción y en las ganancias que generan las ERNC, en particular la energía solar.

Se trata de una pequeña planta fotovoltaica de 10 kilovatios que usará la energía solar para generar electricidad de autoconsumo e inyectar el remanente a la red de distribución general.

Esto permitirá a los “accionistas ciudadanos” que participen de la iniciativa recibir una rentabilidad estimada en el monto de la inflación anual más dos por ciento adicional.

“El propósito es crear una forma en la cual los ciudadanos puedan participar en los beneficios por un lado de la energía solar y en el proceso de democratización de la energía”, explicó Manuel Baquedano, director del Instituto de Ecología Política que impulsó esta iniciativa ciudadana.

La planta Central Solar Buin 1 va a funcionar comercialmente desde mediados de este mes en la comuna (municipio) de Buin, en la periferia sur de Santiago, y su cliente principal es el Centro Tecnológico para la Sustentabilidad, que se abastecerá desde ahora con la energía eléctrica producida en la planta.

Entre los socios hay ingenieros, periodistas, sicólogos, agricultores, pequeños empresarios e incluso comunidades indígenas, de diversos localidades e interesados en replicar la iniciativa.

Dionisio Antiquera, agricultor de origen diaguita quien vive en Cerrillos de Tamaya, en Ovalle, 400 kilómetros al norte de Santiago, compró una acción porque “me gusta la energía renovable y porque es una participación de ciudadanos, de la gente de bajos recursos”.

La subsecretaria del Ministerio de Energía, Jimena Jara, destacó a IPS los avances en el desarrollo de las ERNC y estimó que “la inversión en este sector podría rondar los 9.000 millones de dólares entre el 2017 y el 2020”.

“Considerando los proyectos que hoy están en etapa de pruebas en nuestros sistemas eléctricos, más de 60 por ciento de la capacidad de generación añadida entre 2014 y fines de 2016 serán energías renovables no convencionales”, subrayó.

”Chile se ha planteado como objetivo que 70 % de la generación de electricidad al 2050 sea con renovables y que al 2035 alcance 60 %. Sabemos que estamos bien encaminados, y que lo lograremos con un suministro de energía ambientalmente sustentable y económicamente eficiente”, explicó la funcionaria al IPS.

Este boom de las ERNC en Chile, especialmente la solar y eólica, se sustenta en números claves, como la reducción del costo de la electricidad.

En 2016, hasta noviembre, el costo marginal promedio anual de la energía en el Sistema Interconectado Central (SIC), que cubre la mayor parte del territorio chileno, fue de 61 dólares por megavatio hora (MWh), una rebaja superior a 60% respecto a los precios de 2013.

Texto y foto: Orlando Milesi (IPS)