Imprimir

Por: Max Henriquez Daza - Meteorólogo

Periodista Ambiental - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Ginebra-Suiza

Desde el 31 de agosto hasta el 4 de septiembre de 2009 se desarrolló en el Centro de Convenciones de Ginebra-Suiza la III Conferencia Mundial del Clima, cumpliendo con el compromiso adquirido durante las cumbres de cambio climático de las Naciones Unidas en Bali y Poznán, de ?establecer un marco (acuerdo) mundial para los servicios climáticos, con el fin de proporcionar a las instancias normativas (autoridades) los instrumentos y la información necesarios para la toma de decisiones?, según declaraciones del Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial-OMM, Michel Jarraud.

Estas decisiones son aquellas relacionadas con el clima y la seguridad de la vida y bienes de las sociedades, la reducción de los riesgos ante el cada vez mayor número de desastres de origen natural y para adaptarse a las nuevas condiciones que trae el cambio climático.

Ginebra, hermosa ciudad del suroeste suizo, situada a orillas del lago Leman, ha recibido por estos días los primeros vientos del otoño, un poco adelantados, luego de soportar el tercer agosto más cálido desde 1.864. También ha recibido a 35 jefes de estado y de gobierno, ministros, miembros de todas las entidades de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales así como la mayoría de los expertos, científicos de la meteorología y climatología mundiales que conforman el grupo de cerca de 1.500 participantes en esta cumbre orbital, que es el último preámbulo de la esperada y trascendental de Copenhague de diciembre de éste año, donde se decidirá el futuro del planeta y de la supervivencia de nuestra civilización. En la capital danesa se adoptarán las bases de un nuevo protocolo que remplace al de Kyoto, sobre la emisión de gases de efecto invernadero.

En resumen aquí se ha tratado de decirle a los políticos gobernantes qué deben hacer para transformar sus sistemas meteorológicos nacionales, con el fin de permitirle a los diferentes sectores de sus sociedades -salud, energía, agua, transporte, turismo, agricultura, medio ambiente y prevención de desastres- tener acceso fácil a la información climática segura, útil, confiable, estandarizada mundialmente y que fluya también hacia los centros meteorológicos mundiales y sea parte del Sistema Mundial de Observación el Clima-SMOC de la OMM, para que con ella se puedan elaborar los mejores análisis sobre los cambios de la variabilidad climática a nivel planetario. Esta última tarea la viene haciendo eficientemente el IPCC-Panel Intergubernamental de Cambio Climático-, entidad creada en 1988 por la OMM y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente-PNUMA. Hoy día esta organización es la que nos provee los mejores análisis del clima actual y pasado, y las predicciones futuras de su comportamiento. El IPCC recibió el Premio Nobel de la Paz recientemente.

Colombia, mucho por hacer

Desde Colombia han asistido a ésta importante reunión las tres instancias que determinan el manejo institucional del clima a nivel gubernamental: El Ministerio del Medio Ambiente-MAVDT, el IDEAM y Planeación Nacional-DNP. Me alegra que eso haya sido así y que el ahora Ministro de Medio Ambiente, que dirigió los asuntos ambientales en el DNP y luego fue director del IDEAM, tenga clara la película, por fin, sobre cómo se debe manejar el asunto de la Meteorología y del clima a nivel nacional en Colombia. No ha sido fácil, pero el hecho de que el Ministro haya propiciado el viaje de los representantes de esas entidades es una buena señal. Yo me alegro, en lo particular, porque así haya causado ?ronchas? mis comentarios anteriores sobre el tema, veo con satisfacción que se avanza en la dirección correcta, porque el país se merece que se maneje con suma responsabilidad estos asuntos, porque son muchos los sufrimientos de nuestras comunidades, allá en las riberas del Magdalena, Cauca, Sinú, Meta y de los otros miles de ríos, quebradas, arroyos y corrientes que cruzan la geografía nacional, así como de los agricultores, ganaderos, productores hidroenergéticos, los pilotos aeronáuticos y demás usuarios de los datos, informaciones, análisis, proyecciones, pronósticos y predicciones que se hacen sobre el tiempo y el clima, incluidas las del cambio climático.

Siempre ha sido tortuoso el camino para la Meteorología en la historia de la ciencia de nuestro país. Ha sido botada institucionalmente de un lado para otro sin saber qué hacer con ella. Hoy sigue estando mal ubicada en el organigrama del estado, en mi opinión, y desordenada al interior del IDEAM. La Meteorología cobra cada vez más importancia a nivel mundial, porque es la que aporta los datos a los meteorólogos y demás científicos del IPCC para hacer sus proyecciones del clima futuro del planeta y porque ahora somos tan sensibles a sus cambios, que nos generan retraso en ese proceso de desarrollo en el que hemos estado toda la vida y que nunca lograremos, si no tenemos una definición clara de los objetivos a alcanzar.

La calidad del dato es muy regular, su procesamiento es deficiente y no hay quien analice todo lo que hay que analizar, para generar productos finales confiables. Esto ha conllevado a una pérdida creciente de credibilidad. Tenemos una sociedad que no está educada para entender los asuntos del clima y no se enseña en las escuelas, colegios y universidades nada sobre la Meteorología y el clima. El Ministerio de Educación no ha tomado en cuenta

Ha sido difícil hacerle entender a los directivos del IDEAM y, aún más de ahí hacia arriba en las jerarquías del estado, que hay que crear un instituto pequeño, con altas calidades científicas y técnicas y con los recursos para mantener una red de estaciones meteorológicas en todas las regiones del país, para suplir las necesidades de toda la sociedad. Hoy en día hay muy poco de eso. No nos digamos mentiras. Tenemos una red de estaciones meteorológicas en decadencia instrumental y no hay planes de renovación, salvo por lo poco que ha aportado el proyecto INAP de cambio climático, apoyado por el Banco Mundial. Se ha perdido casi la mitad de las 4 mil estaciones que algún día tuvo el HIMAT en sus mejores épocas. Esta es una pérdida de patrimonio científico para el país, incalculable. El manejo de la red de estaciones no es técnico y no obedece a criterios científicos. La prueba de eso son los comentarios de los usuarios, que no sienten confianza en los datos que se producen en esas estaciones.

Lo que hace hoy en día el IDEAM es tratar de mantener lo que hay, funcionando mal. Esta crítica me duele, porque yo estuve allí cuatro años tratando de mejorar la estructura interna de la Meteorología y solo logré la enemistad y desconfianza de los directores de turno, incluido el hoy ministro del Medio Ambiente, Carlos Costa. No se pudo hacerle entender tampoco al entonces director de medio ambiente de Planeación, hoy ministro, que había que hacerle una histerectomía al IDEAM y quitarle todas esas matrices que se inventaron cuando se creó el Instituto, que sirvieron para dispersar el manejo técnico y científico de la Meteorología y convertirla en una colcha de retazos, donde el manejo de la red de estaciones y del trabajo de verificación, revisión y procesamiento de los datos por las oficinas regionales, quedó en manos de personas no idóneas, y donde el subdirector de Meteorología no podía tener injerencia directa, porque el tema no le pertenecía. Craso error que le va a costar al país mucho, tanto desde el punto de vista científico como de costos infraestructurales.

El manejo de la Meteorología Aeronáutica tampoco estaba a cargo de la Subdirección de Meteorología durante la mayor parte de la existencia del IDEAM. Logramos regresarla a esa instancia, pero con un conflicto histórico no resuelto con la Aeronáutica Civil. Como resultado de esa falta de claridad es que tenemos una meteorología aeronáutica mala, pobre, con estaciones meteorológicas en los principales aeropuertos del país funcionando mal y con unos enredos con una oficina de Meteorología que tiene la Aerocivil, que rayan con el cinismo y la falta de profesionalismo. Yo renuncié a ser parte de tal mediocridad institucional hasta que fuera resuelto el asunto a instancias ministeriales. Esta relación está viciada y parece que hubieran llamado al chapulín colorado a resolver ese embrollo. El lío es que el servicio meteorológico aeronáutico que presta el IDEAM en 27 aeropuertos del país, los más importantes, se come casi la mitad del presupuesto del Instituto, pero es la Aeronáutica la que cobra ese servicio a las empresas aéreas y se gasta esos inmensos recursos (de unos 150 mil millones de pesos del 2007) en compra e instalación de estaciones meteorológicas para ponerlas a funcionar en los mismos aeropuertos donde el IDEAM tiene ya instaladas hace años sus estaciones. ?Quien vigila esto? Además están construyendo otro IDEAM paralelo para que maneje la meteorología aeronáutica. Valdría preguntar que dice la Contraloría que vigila a todas las instituciones del estado sobre, esto. Varias veces puse en conocimiento de los delegados de la Contraloría ante el IDEAM esta situación, pero como Pilatos, se ?lavan las manos?. Este asunto lo ocultan ahí con gran irresponsabilidad. No se han caído aviones porque Dios es muy grande y porque tenemos unos pilotos que son unos verdaderos héroes voladores. Ojalá se sepa en qué estado van esas negociaciones que llevan 40 años y que no resuelven nada.

Y ni hablar de lo que era la Meteorología agrícola, que en las buenas épocas tenía 24 meteorólogos trabajando en una sección con ese nombre. Hoy no hay sección, solo un grupo de agrometeorología con cuatro personas y casi sin usuarios, porque dejaron de creerle al IDEAM. Si no, que le pregunten al ex Ministro Arias, si cree o creyó alguna vez en lo que el IDEAM le decía y le recomendaba.

Quizás lo más preocupante de todo es que ya no hay meteorólogos profesionales, porque la camada formada hace 30 años con el apoyo de becas de la OMM se pensionó o están en ese proceso y solo quedan 5 ó 6 de ellos con los papeles ya en cuso para irse en uno o dos años. Hay profesionales de otras disciplinas con maestría en Meteorología, lo cual es muy bueno, pero insuficiente. Como ya lo he dicho en otras oportunidades el re-equipar con meteorólogos profesionales el IDEAM le va a costar al país entre 6 y 10 millones de dólares y 10 años de espera, si comenzamos hoy. Qué triste panorama.

El Presidente de Mozambique fue el chairman de la sesión de clausura en la que Michel Jarraud cerró con aplausos para los delegados asistentes a la III Conferencia Mundial del Clima, esperando que hagamos más verde el planeta y que produzcamos la información y los servicios climáticos trabajando juntos todos los países y, como dijo el representante del gobierno suizo, ?información que es vital para nuestro futuro común?. Me tocó ver la Conferencia a través de las transmisiones on line en internet, porque el Gobierno colombiano no autorizó que estuviese en la delegación oficial, a pesar de que vivo aquí en Collonges sous Saleve-Francia, a un lado de Ginebra-Suiza y de que soy un conocedor del problema y puedo ayudar. Otra vez será.

Solo me resta decirle al señor Ministro que actúe a favor de la Meteorología y entienda cuál es el camino hacia la recomposición de este servicio maltrecho y desajustado que tenemos hoy. Estaré atento para aplaudirlo o recriminarlo según sus actos. Ojalá no se vuelva este tema otro hipopótamo en su exitosa carrera profesional. Quedamos q.a.p Doctor Costa. !Usted puede!.