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PARIS, abril 12. “ El vuelo 63 de American Airlines, que sale de Paris hacia Miami, realizó la semana pasada un viaje con la meta de mostrar que los vuelos transatlánticos se pueden operar de una manera ecológicamente sana.

Según informó la oficina de prensa de la aerolínea norteamericana, gracias a la Iniciativa de Interoperabilidad Atlántica para Reducir las Emisiones (AIRE), American se ha convertido en la primera aerolínea estadounidense en probar las tecnologías y los procedimientos next-generation que reducen significativamente las emisiones de carbono y ahorran combustible en las rutas transatlánticas.

AIRE, una iniciativa conjunta entre la Administración Federal de Aviación (FAA), la Comisión Europea (EC) y varias aerolíneas internacionales, está diseñada para acelerar la aplicación de nuevas tecnologías y procedimientos operacionales, que impactan directamente la habilidad de reducir emisiones de carbono y contaminación acústica y también de conservar combustible. Parte del proyecto AIRE incluye demostraciones de vuelo para probar los beneficios de las tecnologías que serán utilizadas con el NextGen de la FAA y el sistema de manejo de tráfico aéreo de la Investigación MTA Cielo Único Europeo (SESAR) de la EC.

“Al implementar esta tecnología NextGen rápidamente, podemos hacer cambios grandes y concretos para reducir nuestro impacto en el medio ambiente, aumentar la capacidad del sistema y reducir los retrasos del tráfico aéreo”, dijo Bob Reding, Vicepresidente de Operaciones de American. “Utilizar la tecnología NextGen es una parte crucial de los esfuerzos ecológicos de American, que ya han producido un ahorro anual de más de 110 millones de galones de combustible y una reducción de 2.2 billones de libras de emisiones de carbono”.

Utilizando una aeronave Boeing 767-300, el vuelo 63 de American partió del Aeropuerto Charles De Gaulle en Paris (CDG) y arribó al Aeropuerto Internacional de Miami (MIA). En este vuelo se utilizaron varias medidas de conservación de combustible, incluyendo el uso de un sólo motor durante la salida y llegada del vuelo, subida y descenso continua, rutas optimizadas sobre agua, y una llegada “hecha a la medida”. Entre esos procedimientos hay varios elementos claves de Fuel Smart, el programa de American de conservación de combustible. En el 2010, American tiene la meta de aumentar sus ahorros anuales de combustible a 120 millones de galones, que también reducirá las emisiones de carbono por 2.5 billones de libras.

Los análisis del vuelo por la FAA, la EC y American determinarán los ahorros de carbono y de combustible del vuelo de demostración. Desde el año pasado, la FAA y American han conducido pruebas en Miami para determinar la mejor formar de usar la tecnología next-generation.