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La Región de los Besotes, considerada uno de los últimos relictos de bosque seco que sobreviven en Colombia, fue declarada como Santuario de Vida Silvestre por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar. Así mismo, la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, Corpoyacá, declaró como Parques Naturales Regionales a la región de Siscunci - Ocetá y Serranía de las Quinchas, proceso en el cual Conservación Internacional brindó apoyo técnico y financiero.

La nueva área protegida del nivel regional, Santuario de Vida Silvestre los Besotes, tiene una extensión aproximada de 3.555 hectáreas y se encuentra ubicada en el municipio de Valledupar, departamento del Cesar, sobre las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Con el apoyo de Conservación Internacional Colombia se adelantaron los estudios de caracterización biofísica y socioeconómica, y se formuló el Plan de Manejo del Santuario “Los Besotes”, los cuales dieron como resultado la declaración de esta área protegida bajo la categoría Santuario de Vida Silvestre. Es importante destacar que esta figura fue creada por el Consejo Directivo de Corpocesar ante la carencia de una adecuada categorización de áreas naturales protegidas para el conjunto del territorio nacional.

La región de los Besotes alberga una importante biodiversidad, representativa del bosque seco tropical, la cual contiene el 44% de todos los anfibios conocidos para la región Caribe, más de la mitad de la riqueza de reptiles, casi la tercera parte de las aves conocidas en la Sierra Nevada de Santa Marta y más de la mitad de los mamíferos de la Costa Atlántica. La región que hoy ocupa el Santuario, ha sido reconocida como la primera área de importancia para la conservación de las aves, pues allí existe el paujil piquiazul endémico de Colombia y críticamente amenazado. Toda esta riqueza esta compilada en dos guías de campo profusamente ilustradas: una de ellas sobre la flora destacada de la región y otra sobre la fauna del santuario.

Entre Otanche y Puerto Boyacá

Parque Natural Regional Serranía de las Quinchas, localizado en los municipios de Otanche y Puerto Boyacá sobre el flanco occidental de la Cordillera Oriental de Colombia, constituye una muestra representativa de bosque subandino en la región del Valle medio del Magdalena. Tiene una extensión de 21.226 hectáreas, que incluyen a su interior numerosas especies de fauna y flora catalogadas bajo algún grado de amenaza, como en el caso de la marimonda del Magdalena (Ateles hybridus) endémica de Colombia y posiblemente el primate con mayor riesgo de amenaza en nuestro país.

Por su parte el Parque Natural Regional Siscunci - Ocetá, con una extensión de 36.353 hectáreas, protege a su interior importantes ecosistemas de bosque alto andino y páramos en los municipios de Monguí, Mongua y Aquitania, con una significativa riqueza en biodiversidad, valores paisajísticos singulares y una gran importancia en la producción y regulación hídrica en la cuenca superior de los ríos Cusiana y Cravo Sur. Estas son las primeras áreas naturales protegidas declaradas por Corpoboyacá bajo la categoría de manejo: Parque Natural Regional, la cual fue establecida por la Ley 99 de 1993.

Para Víctor Vásquez, Coordinador de Áreas Naturales Protegidas de Conservación Internacional Colombia y quién lideró la formulación del Plan de Manejo de los Besotes y brindó apoyo técnico a Corpoboyacá en este proceso: “Con la declaración de estas áreas se logra la protección legal de tres regiones del país de una singular importancia tanto en términos de su biodiversidad biológica como por los servicios ecosistémicos que prestan para el desarrollo local. En el caso de la Serranía de las Quinchas que forma parte de un refugio húmedo del pleistoceno, se está dando protección a numerosas especies faunísticas amenazadas de extinción, algunas de ellas endémicas. La declaración como área natural protegida corresponde a una solicitud hecha por diferentes organizaciones ambientalistas desde hace más de una década”