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MEDELLÍN, julio 11 de 2015. La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) anunció en esta ciudad que adoptará del Reglamento de Construcción Sostenible, cuyo énfasis en el ahorro de agua y energía de las nuevas edificaciones marcará un hito en la actividad constructora e inmobiliaria del país.

“El apoyo del Gremio a este esfuerzo es un factor determinante para asegurar la implementación práctica de las medidas regulatorias. El sector de la construcción está comprometido con la sostenibilidad, por eso cada vez más empresarios están implementando en sus proyectos medidas de eficiencia y sostenibilidad promoviendo la innovación en el sector”, aseguró la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez, en comunicado oficial de esta organización.

El Reglamento incorpora parámetros de sostenibilidad ambiental en el diseño y construcción de las nuevas edificaciones, lo que permitirá mejorar la calidad y confort de los espacios e impulsar la industria de la construcción para que sea más competitiva y sostenible.

Además de los beneficios que en materia de reducción del consumo energético generará este reglamento sobre los nuevos desarrollos inmobiliarios, el gremio destacó la articulación institucional que se dio en el proceso mismo de expedición de la guía, ya que técnicamente se elaboró un diagnóstico regional, se construyó una línea base de consumo, se determinaron múltiples herramientas, todo esto sin desconocer las diferencias de los productos inmobiliarios, los impactos sobre la vivienda social, los incentivos y la transición para su puesta en marcha.

"Este ha sido un proceso en el que, como Camacol, hemos participado durante varios años, y gracias al trabajo en conjunto con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, y la Corporación Financiera Internacional (IFC), apoyada por la Embajada de Suiza a través de la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO), hoy genera unos importantes resultados", dice la Presidente de Camacol, Sandra Forero Ramírez.

La Ejecutiva del gremio destacó que el proceso de elaboración del reglamento, el cual, además de contar con un marco de apoyo económico y técnico entre las instituciones, partió de una detallada comprensión, evaluación y clasificación de la actividad edificadora y del territorio colombiano, permitiendo así que la matriz de implementación y recomendaciones técnicas que el reglamento expone, estén basadas en un minucioso análisis de impacto y determinadas bajo un criterio de costo beneficio.

"Esta lógica es muy importante para la actuación del sector privado. Ojalá este proceso se convierta en ejemplo para la continua y compleja expedición de reglamentación técnica que recae sobre la actividad edificadora, que más allá de su objetivo principal muchas veces no se tiene en cuenta el impacto sobre el sector", señaló la direciva.

Recordó además que con un sector que construye anualmente cerca de 30 millones de metros cuadrados en vivienda y edificaciones no residenciales, que articula a más de 28 sectores productivos de la economía y que emplea a más de 1,4 millones de personas de forma directa y cerca de 2 millones indirectamente, es necesario mantener un proceder reglamentario cauteloso, y generar los incentivos para que se dé una transición y adopción que no frene el desarrollo productivo del sector, ni ponga en riesgo la promoción de proyectos constructivos que requiere el país para la atención de la necesidad habitacional y para el desarrollo de las actividades sociales, productivas y comerciales que soportan la economía.

En su opinión, se trata de una estrategia que tiene un potencial de largo alcance para incidir en el actuar de las actividades empresariales y su relación con el medio ambiente. La adaptación y los cambios en el mercado generarán nuevas oportunidades para optimizar los recursos, disminuir los consumos e incentivar la innovación en productos, desarrollos tecnológicos y nuevas formas de generar valor agregado en la actividad edificadora.