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Más de 50 establecimientos como tintorerías, restaurantes, parqueaderos, manufactureras, bares, cafeterías, lavaderos de carros, talleres de mecánica, laboratorios y fábricas de gaseosas de la zona industrial de Montevideo, al occidente de Bogotá, fueron visitados por funcionarios de la Secretaría Distrital de Ambiente, para constatar si se trata de negocios domésticos o industriales, si cuentan con los respectivos permisos de vertimiento y si realizan algún tipo de tratamiento para mitigar el impacto ambiental en las aguas del río Fucha.

El procedimiento se cumplió luego de que la entidad distrital advirtiera altos niveles de contaminación del río Fucha en el tramo comprendido en esa zona industrial de Bogotá, donde se estableció además que 65 conexiones erradas del sistema de alcantarillado pluvial podrían contribuir a la contaminación de esta arteria fluvial.

Lo correcto sería que los vertimientos generados por los industriales sean tratados y luego se descarguen a la red de alcantarillado sanitaria, que conduce las aguas negras, y no por la red exclusiva para las aguas lluvias.

La red de aguas lluvias, que debe conducir sólo agua limpia, alimenta humedales y ríos. De ahí el daño que las conexiones erradas le hacen a estos cuerpos de agua.

Los vertimientos de la zona industrial van a parar al río Fucha a través de tres puntos de descarga aguas arriba de la Avenida Boyacá, por donde salen tintes de varios colores procedentes posiblemente de procesos industriales. Los puntos fueron identificados por la SDA tras una serie de recorridos realizados en el 2008.

En la visita a las industrias, los funcionarios de la Secretaría de Ambiente revisaron las cajas de inspección de cada establecimiento, con el fin de establecer qué tipo de vertimiento estaban generando, y si contaban con trampas de grasa para mitigar el impacto. También se verificaron los recibos del agua, para establecer el consumo.

Actualmente, la SDA se encuentra compilando la información obtenida en las visitas, para así verificar las posibles conexiones identificadas por la EAAB, y priorizar los establecimientos industriales, que son los que generan vertimientos de metales pesados, tintas y demás químicos.

A los industriales que sean identificados se les realizarán una serie de pruebas para corroborar si sus vertimientos llegan directamente a los pozos de la red de alcantarillado pluvial; es decir, para confirmar si cuentan con conexiones erradas.

Una de las pruebas que se realizará -llamada trazado- consiste en aplicar una serie de tintes en las descargas de cada una de las industrias, los cuales deben desembocar en la red sanitaria. Si el tinte llega a los pozos de la red de aguas lluvias, significaría la presencia de una conexión errada.

?Las empresas que cuenten con conexiones erradas deberán dar solución al problema. Igualmente se exponen a entrar en un proceso sancionatorio por contaminación ambiental, y en el peor de los casos, hasta el cierre del establecimiento?, aseguró Juan Antonio Nieto Escalante, Secretario Distrital de Ambiente.