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Entre el 18 y el 21 de mayo próximo, en Puerto Antiguo de Génova (Italia), se celebrará la VIII edición internacional del Slow Fish, en la que participan más de 100 comunidades que practican esta actividad a pequeña escala. Por Colombia estarán las comunidades de pescadores de Providencia.

 

BOGOTÁ.- Según la FAO, cerca del 90 % de los 35 millones de personas que están registradas como pescadores en todo el mundo trabajan en el sector de la pesca en pequeña escala. Además, la cantidad total de pesca de pequeña escala anual es casi la misma que la de la pesca industrial, a pesar de que las subvenciones globales para la primera suponen una quinta parte aproximadamente de las que se destinan a la pesca industrial.

  

La bahía en la que se encuentra la ciudad de Melbourne, en Australia, ha sido una fuente de marisco para la población indígena local durante decenas de miles de años. A la fecha de hoy quedan tan solo diez pescadores. Uno de ellos, Kat McAdam, comparte su experiencia con Slow Fish, junto con Rosa Mitchell, una cocinera de Melbourne de origen siciliano que trabaja para promover las sardinas frescas como fuente de alimentación sostenible y sana.

Una delegación de pescadores del Caribe presentará el proyecto Slow Fish Caribe, que involucra a diversas realidades de los productores del  baluarte del cangrejo negro de Providencia (Colombia) a las comunidades de pescadores artesanales de Costa Rica que se enfrentan a la proliferación del pez león, una especie invasiva originaria del océano Pacífico e Índico. El proyecto está financiado por la Unión Europea para promover la conservación de los arrecifes de coral y de la biodiversidad costera.

De la República Democrática del Congo, Slow Food Tanganica presentará en Slow Fish el proyecto de protección de la biodiversidad que se realiza en el lago Tanganica: uno de los lagos más grandes de África y con más vida acuática, una vida que hoy está amenazada por la contaminación, por la explotación y la pesca excesiva, la desforestación, la erosión y el estancamiento.

En Dinamarca, las familias de pescadores Thorupstrand (la zona costera más larga del norte de Europa) han puesto en común todos sus bienes para contrarrestar la especulación debida a la decisión del gobierno de privatizar las actividades de pesca. Los pescadores se han presentado en el mercado de Slow Food junto con el cocinero Kresten Kronborg, promotor de los productos y de la comunidad local de Jutlandia.

Líder Góngora, coordinador de la Asamblea Nacional Ambiental del Ecuador, y Esteban Tapia, referente de la Alianza de Cocineros Slow Food, de Ecuador  contarán el trabajo del pueblo del manglar que está resistiendo a las tentativas de usurpación. A día de hoy tan solo queda un 30 % del ecosistema de los manglares. El 70 % restante ha ido desapareciendo con el curso del tiempo principalmente por la industria del cultivo del camarón.