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Buenos Aires (Argentina), junio 13 de 2012.- Investigadores de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) incorporaron a Rosita, una vaca clonada el año pasado, dos genes humanos que codifican dos proteínas presentes en la leche humana, de alta importancia para la nutrición de los lactantes, según comunicado de la institución académica.

Se trata de las proteínas lactoferrina y la lisozima, incluidas en el ADN de la vaca. "Esta es una manera de contribuir a la lucha contra la mortalidad infantil, ya que una proteína permite evitar enfermedades infecciosas del aparato digestivo y la otra asimilar el hierro, es decir, evitar la anemia en los niños recién nacidos", explicó el rector de la Unsam, Carlos Ruta.

La investigación "no busca reemplazar el vínculo madre-hijo durante la lactancia, sino que está destinada a aquellos lactantes que, por distintas razones, no tienen acceso a la leche de sus madres", advirtió el investigador Germán Kaiser, del Grupo de Biotecnología de la Reproducción del INTA.

Los científicos consiguieron incluir en esta vaca "bitransgénica" dos genes humanos en el genoma bovino, logrando que las dos proteínas se hicieran presentes en la glándula mamaria durante la lactancia, indicó la universidad.

Rosita, nacida en abril de 2011 en el INTA, fue presentada en junio del año pasado por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien aseguró que se convertiría en la "primera vaca en el mundo capaz de producir leche maternizada".
En los últimos años, científicos argentinos han clonado caballos y toros con el fin de obtener ejemplares de mejor rendimiento, informó la agencia EFE.