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MEDELLÍN, Julio 11 de 2015.- 
El jueves 9 de julio, en el puerto de Cartagena, comenzó el viaje del vehículo solar EPM-EAFIT rumbo al World Solar Challenge 2015, una carrera que tendrá lugar en Australia, en la que compiten vehículos impulsados por energía solar creados en reconocidas universidades de diferentes países, como Alemania, Estados Unidos, Holanda, Italia, China, Chile, Inglaterra y Japón.

El vehículo solar EPM-EAFIT, que representa a Colombia por segunda vez en el certamen, salió el viernes 3 de julio desde Medellín en un contenedor de cinco toneladas de peso, llegó a Cartagena el domingo 5 de julio y este jueves 9 de julio iniciará su itinerario en barco.
El cálculo que tienen en el equipo es que tarde unos 30 días en arribar a la ciudad australiana de Brisbane. Una vez en tierra, la carga hará un recorrido de 3.423 kilómetros hasta Darwin, sitio de partida de la carrera que se celebrará entre el 18 y el 26 de octubre.

Antes de viajar a Australia, el auto fue sometido a varias pruebas de desempeño en las vías de Medellín. Jorge Ignacio Vélez Pérez, profesional de la Gerencia de Desarrollo e Innovación de EPM, indicó que los test se hicieron en dos etapas: la primera en un ambiente controlado en el Aeroparque Juan Pablo II, donde pudieron disponer del lugar para revisar todas las variables del vehículo. “Luego de esa fase de afinación y ajuste del vehículo se realizaron otros ensayos con el fin de obtener un poco más de desempeño y sentirlo en condiciones reales en la vía”, dijo el ingeniero de EPM.

Si bien el vehículo fue concebido para alcanzar 100 kilómetros por hora, por la seguridad del carro, del piloto y del equipo, se decidió hacer incrementos graduales de velocidad, por lo que el primer día se corrió de 40 a 60 kilómetros por hora para luego llegar a 90 kilómetros por hora.
“Vemos que el vehículo puede dar más velocidad, pero definimos que lo ideal era ser cuidadosos en estas pruebas. El objetivo es que en Australia podamos correr a la velocidad de diseño”, precisó Gilberto Osorio Gómez, integrante del Grupo de Investigación en Ingeniería de Diseño (Grid) de EAFIT.

Los ensayos también fueron la oportunidad para probar el equipo en carrera, pues iban cuatro carros acompañantes, y se hicieron las pruebas de comunicación por radio sobre cómo alertar los peligros.
Jorge Andrés Barrera Velásquez, Coordinador técnico del proyecto, destacó que los ensayos evidenciaron un avance respecto al primer vehículo solar que participó en la misma competencia en 2013, debido a que en esa ocasión solo se pudieron hacer pruebas en Australia unos días antes de la carrera.

“En la primera competencia quedamos muy satisfechos con la representación de EPM y la Universidad EAFIT en el proyecto, y quisimos darnos la segunda oportunidad en esa curva de aprendizaje; de cómo pasar de ser novatos a tener algunos referentes de los otros equipos, y aprender de la experiencia para poder estar entre los primeros de la competencia”, sostuvo Vélez Pérez.

A su vez, Barrera Velásquez agregó que las pruebas realizadas en el Aeroparque Juan Pablo II y en la avenida Regional sirvieron para validar nuevas apuestas: el sistema de frenado es liviano y sencillo, funciona a la perfección y es capaz de balancear el peso no simétrico del carro.

El vehículo alcanzó velocidades parecidas a las que se espera tenga en la carrera y, aunque en el equipo más que el desempeño preocupaba la seguridad, los test mostraron que respondió mejor de lo esperado. Se identificaron, no obstante, puntos por mejorar sobre los que ya se realizaron las acciones.

La electrónica y la telemetría del vehículo también fueron exigidas a todos los niveles y mejoraron, lo que es muy importante por tratarse del cerebro del carro y ser componentes muy importantes para la definición de la estrategia y la confiabilidad en la carrera. Además, se probaron el chasis y la suspensión que, siendo una apuesta nueva, más sencilla y liviana, cumplieron con las expectativas.

Entre los resultados más importantes, como lo manifestó Barrera Velásquez, se destaca la confianza que el equipo adquiere sobre su trabajo, porque se afinaron detalles operativos y de diseño y se aprendió un poco de la logística de correr el carro, algo que es diferente a diseñarlo y construirlo. “Aprender a ser un equipo de carreras es el próximo paso que espera a los estudiantes”, resaltó Barrera Velásquez.